De Tornavacas a Plasencia
El Valle del Jerte, desde el mirador de Tornavacas. Al fondo el embalse y la ciudad de Plasencia
El último fin de semana del mes de Mayo recorremos el Valle del Jerte, vamos buscando las cerezas. Madrugamos y hacemos de un tirón el trayecto León-Guijuelo. Antes de llega a Béjar nos desviamos dirección a El Barco de Ávila, para entrar en el valle cacereño por Tornavacas.
El día es primavera y desde el mirador del puerto la mejor vista. Se distinguen perfectamente los pueblos que vamos a recorrer por el fondo del valle. Tornavacas, Jerte, Cabezuela del Valle y Navaconcejo. La buena visibilidad nos deja ver el embalse y la ciudad de Plasencia. Por carretera 50 Km, unos cuantos menos en esta vista rectilínea.
Tornavacas. Plaza Mayor
Un corto y pronunciado descenso nos lleva al histórico pueblo de Tornavacas. Por él pasa la ruta del Emperador, recorriendo los caminos que llevaron a Carlos V hasta el Monasterio de Yuste.
Encontramos los primeros cerezos, todavía muy verdes por la altura y proximidad de la montaña.
El pueblo serrano de Tornavacas se sitúa al margen izquierdo de la carretera. Tomamos una pronunciada bajada que nos llevara hasta la iglesia.
Final de mayo, calienta el sol con fuerza, dejamos el coche bien arrimado a la sombra de una casa. Por Tornavacas se puede dar un buen paseo, viendo y recorriendo algunas calles y casas históricas.
Aquí se alojó Carlos V, destino a su retiro en Yuste
En la calle Real se conserva la casa donde hizo noche el Emperador.
En el dintel de la puerta la inscripción: “Juan Méndez Dávila, criado de Su Majestad”
Fuente en Tornavacas
El siguiente pueblo es Jerte, vamos hasta el puente que deja ver la piscina natural que forma el río y el parque que la rodea. En la otra orilla fincas de cerezos.
En Jerte encontramos cerezas verdes y algunas ya rojas, la proximidad del puerto hace que todavía le falte un poco tiempo.
Calle Real. Cabezuela del Valle
Cabezuela del Valle es uno de los pueblos con más atractivo de la comarca. Paralela a la carretera discurre la calle principal.
Casas antiguas y soportales de madera hacen irresistible el paseo. Vecinos charlando a la sombra o tomando el vino –es la hora- en algunos de los bares.
En el pueblo varias tiendas, digamos que fuera del circuito turístico, donde comprar mermelada de cereza y quesos de la zona.
Durante el paseo entablamos conversación con un abuelo que nos da a conocer una de las mejores vistas de la zona.
Ermita de San Felipe. Cabezuela del Valle
Desde la ermita, excelentes vistas del valle y del pueblo
Nos recomienda llegar a la ermita de San Felipe, en la parte alta del pueblo. Es un corto paseo por las calles con fuerte subida nos llevan hasta ella
El paisaje hacia el puerto de Tornavacas
Buenas vistas del valle, estamos casi en su mitad. Un buen lugar para apreciar el agradable entorno donde está situada la localidad.
Callejeando por Cabezuela. Abajo los soportales de la calle Real.
Aprieta el calor y nos han recomendado un par de sitios para comer. Uno, en el pueblo –que está cerrado- y el otro hacia Tornavacas, desandando 1 Km el camino. Vamos a buscar esté ultimo, junto a un puente sobre el Jerte. Restaurante pegadito al rio con una buena terraza. Nos quedamos a comer, hay bastante gente y el servicio es lento. La comida floja, el sitio lo mejor con diferencia, pegados al agua en un día –para nosotros- de verano.
Tal y como están las cosas estos sitios tienen delito. Últimamente he caído en unos cuantos con aspecto agradable y bien ubicados. No entiendo como no son capaces de dar una comida decente. Cocina tradicional, con productos de temporada y sin complicaciones. Veo mucho candidato a una visita del televisivo chef Chicote. Les vendría bien que les pusieran las pilas…antes de que manden el negocio a pique.
Valdastillas emerge sobre un mar de cerezos
Seguimos viaje, y no nos detenemos hasta tomar el desvío hacia Valdastillas. Situado en una ladera del valle, en uno de los entornos más bonitos del valle. Tres kilómetros de pendiente entre terrazas de cerezos. Tanto en la época de la floración como ahora es imprescindible visitarlo si recorrer el valle.
A medida que se gana altura se aprecia mejor la ladera opuesta, donde destaca el pueblo de El Torno.
¡¡Umhhhh!!
Por la estrecha carretera hay cierto trasiego de furgonetas. Aquí las cerezas están maduras, nos detenemos varias veces a tirar un montón de fotos.
Subimos hasta el pueblo a ver si podemos comprar cerezas en la cooperativa, pero la encontramos cerrada. El siguiente destino está un poco más arriba de Valdastillas.
Cascada del Caozo. Valdastillas
Tres kilómetros por encima del pueblo, en una cerrada curva de la carretera, sale el desvió que nos lleva a la cascada del Caozo.
Un buen lugar para despegarnos del calor de la tarde. Apenas hay gente, dejamos el coche al pie de la fuente donde –a modo de parking- se ensancha y emprendemos el corto camino que nos separa de la cascada.
La conocimos en el primer viaje por la zona y ha cambiado un poco el entorno. Desde la carretera vemos la primera pasarela –bastante discreta- que salva el riachuelo que baja. Antes había que cruzar por las piedras. Digamos que han “marcado “ un poco el camino hacia ella. El cambio más apreciable es la pasarela metálica, que sobrevolando el terreno te acerca al cauce del agua.
Estar, estaba más bonito sin ella. Pero digamos que no afea demasiado el entorno y se hace soportable.
Es curioso observar las precauciones de algunos visitantes sobre la leve pasarela. Las varillas laterales, el piso de rejilla metálica que deja ver el fondo y el leve movimiento que tiene la estructura cuando caminas por ella, produce sensación de inseguridad. Caminan por un sitio plano como si salvaran una gran dificultad. La sensación de vértigo debe hacer el resto.
La cascada del Caozo ya no trae mucho agua en esta época, pero es agradable sentarse en una de las grandes piedras próximas para sentir como se despeña el agua desde las alturas.
Seguirnos el recorrido subiendo la ladera del valle, dirección a Cabrero y Casas del Castañar. Los dos pueblos están prácticamente seguidos y su caserío se confunde. Tanto al llegar, como desde ellos, vistas magníficas del valle. Están situados en una zona de fuerte desnivel, hay varios miradores desde donde apreciarlo.
Dejamos atrás Cabrero y Casas del Castañar
El domingo por la mañana haremos un nuevo recorrido por esta zona. Hoy, ya cansados, vamos con ganas de llegar al hotel. El Ciudad del Jerte, situado en la misma carretera hacia Plasencia, será la base de operaciones para el fin de semana. Finalizamos el sábado acercándonos a Plasencia. La animada Plaza Mayor y su entorno monumental es buen sitio para cenar a base de vinos y tapas, mientras Bayern y Borussia juegan la final de la Champion. Aquí se puede acabar la noche tomando helado en una terraza . En el termómetro de la plaza, 22º.
Hola Carlos:
ResponderEliminarTodo el valle del Jerte es precioso, tanto cuando se convierte en el "Japón europeo", en la floración de los cerezos, como en cualquier época del año.
Aquí hay unos cangrejos, que aunque americanos, tienen un parecido y extraornidario sabor, muy semejante a los autóctonos desaparecidos en toda España, he ido varias veces con un amigo a pescarlos en esas aguas trasparentes.
Como, has sabido captar en tus fotos, la arquitectura de sus casas enamoran, visitar cada pueblo es como retoceder a la Edad Media.
Un abrazo.
Ricardo,
ResponderEliminarNo había oído el tema de los cangrejos por esa zona. Supongo que pasó como en los ríos leoneses, que fueron sustituidos por unos más "cabezones". De los de antes me queda el recuerdo -como a muchos- de lo bien que lo pasábamos, de niños, cuando nos llevaban a pescarlos.
Un abrazo,
Fantástico post chicos!! Encantados de haberos tenido por aquí el pasado año. Y deseando volver a veros :) Un fuerte abrazo desde el Valle
ResponderEliminarAsociación de Turismo del Valle del Jerte
www.vallecereza.com