Volendam y Marken
Volendam. El puerto, turístico y animado a tope
Aprovechamos el coche para conocer algún pueblo de Holanda. No queríamos irnos sin ver algo más que el ambiente cosmopolita de Ámsterdam. Así que el tercer día de estancia en Ámsterdam, nos damos un pequeño madrugón y vamos al P+R a recoger el coche.
El destino son las cercanas localidades de Volendam, Marken y Edam. Son pueblos muy turísticos, sobre todo los dos primeros, pero queremos ver su ambiente. El viaje es corto, apenas 20 km, y las tres localidades están en un radio de otros 10 km. Son perfectas para recorrerlas en un día.
Alrededores de Volendam. Agua, praderas y vacas.
Nada más salir de Ámsterdam nos encontramos rodeados de campos verdes, llenos de canales y de vacas, un paisaje de lo más bucólico.
Terrenos llanos, como la palma de la mano, el GPS llega a marcar que estamos a 14 m. bajo el nivel del mar.
Nuestro recorrido comienza en Volendam, es el más turístico y con más servicios de los tres. Tiene algo más de 22.000 habitantes, es un pueblo de casitas bajas.
Hacia el puerto de Volendam
Su zona más comercial es el puerto y hacia el nos dirigimos dando un corto paseo en una mañana de autentico verano, en la que acabaríamos echando en falta no llevar el traje de baño.
Vemos que esta lleno de las típicas casas holandesas, en el centro muchas de madera pintadas de verde, que con algunos canales y pequeños puentes levadizos le dan un aspecto muy pintoresco.
Volendam. Zonas verdes alrededor del pueblo.
Volendam fue un antiguo puerto pesquero, hoy transformado en un puerto deportivo de primer orden. No paraban de entrar y salir barcos de recreo y en la mayoría de los que estaban atracados había movimiento.
El puerto es un hervidero de gente, lleno de tiendas, restaurantes, bares, puestos de pescado ahumado –los famosos arenques-, vemos algún abuelo con el típico traje holandés. No paran de llegar y salir los barcos que llevan a los turistas a Marken, situado enfrente, en un islote de este gran lago interior que tiene el complicado nombre de IJsselmeer.
Volendam, desde la entrada del puerto
Pasamos la mañana recorriendo la zona comercial, tomando el sol en la entrada del puerto, con unas vistas maravillosas. Después de comer y catar alguna cerveza en el ambientazo del puerto nos iremos hasta Marken.
MARKEN, UN PUEBLO DE CUENTO
La mayoría de los visitantes llegan desde Volendam, aprovechando los barcos que continuamente realizan el trayecto. Antiguamente era la única manera de llegar, era una isla, pero desde el año 1957 se encuentra unida a tierra por un largo dique de más de 2 km.
El recorrido por el dique tiene su atractivo, hay buenos paisajes y una agradable carretera –apenas transitada-, a su lado un carril bici con mucha gente dando un paseo, que si nos gustó en coche, en bici tiene que ser de película.
La circulación por el pueblo con vehículos esta prohibida, y es obligatorio dejarlo en un parking que hay a la entrada. Está vigilado y desde él se emprende cómodamente la visita a Marken.
Era por la tarde y ya habían pasado las hordas de turistas, así que podemos recorrerlo tranquilamente.
Mucho más pequeño, casi sin comercios y –por lo menos a esta hora, media tarde- con muy poca gente por sus calles.
La primera impresión es que Marken no es un pueblo, es una casa de muñecas grande.
Todas las casas de madera, verdes, con unos bonitos jardines, estrechas calles y pasajes entre ellas. Pequeños canales por los que corre el agua. Parece el decorado de alguna película a punto de comenzar el rodaje.
El pequeño puerto de Marken es de gran belleza, lleno de veleros. Desde su entrada disfrutamos de las bonitas vistas que hay sobre las casas del pueblo. Enfrente un buen paisaje, con el bullicio de Volendam al fondo. El lugar es espectacular.
Casi en solitario disfrutamos unas horas viendo entrar y salir barcos de recreo del puerto.
Desde la bocana del puerto, vista de Volendam y paisaje. Abajo, Marken
Un pueblecito para perderse en él unas horas –silencioso, no hay tráfico- y rodeado de verde y canales; muy bonito. La visita es muy recomendable, está a tiro de piedra de Ámsterdam, en un entorno muy diferente.
Nos vamos, hace una tarde calurosa y sentimos una sana envidia de unos niños que se bañan en el mar, uno hace subir a su perro en la tabla y juega con él. Si llegamos a traer la ropa adecuada allí nos habríamos metido, de cabeza…
Que buena la foto del surfista con el perro :D
ResponderEliminarEra un grupo de niños jugando en el agua. Este con el perro y la tabla de surg componían una buena imagen.
ResponderEliminarSaludos.