El Santuario tranquilo
La famosa y monumental escalera del Bom Jesús
No quiero acabar el año sin dejar de rematar el fin de semana portugués de Noviembre. En post anteriores las imágenes nocturnas de Callejeando por Guimarães y la visita al interesante Palacio de los Duques de Braganza. El viaje se completó viajando a uno de los santuarios portugueses más importantes – Bom Jesú s do Monte- y recorriendo la tercera ciudad portuguesa –Braga-.
Braga, desde las alturas del Santuario, boda incluida
Un corto viaje por autopista nos lleva desde Vizela a Braga. Vamos, en primer lugar, hacia el Bom Jesús do Monte. El Santuario domina un monte cercano y promete buenas vistas del entorno.
Jardines y fuentes adornan la explanada del Santuario
Sin querer elegimos buen día para conocerlo. Es 1 de Noviembre, ya no es fiesta en Portugal; como bien nos dice una empleada municipal “Nos lo quitó el Gobierno”. Pero los portugueses –pueblo religioso y de respetuosas costumbres- dedican el día a recordar a sus difuntos. En la cima del Bom Jesús no hay un solo autobús, ni una sola excursión.
La ciudad de Braga, a los pies del Santuario
Aparcamos en la zona alta y nos disponemos a disfrutar del paisaje. Desde aquí se domina la ciudad de Braga y muchos kilómetros a la redonda… se pierde la vista en el horizonte brumoso de una mañana de Noviembre.
Iglesia del Bom Jesús
Aunque lo encontremos vacío, Bom Jesús do Monte es un importante lugar de peregrinaje, todos conocemos la imagen de su monumental escalera barroca, 116 metros para salvar el desnivel con el Santuario.
Vistas de la escalera, desde arriba
Bajamos por las zigzagueantes escaleras, hay una bonita vista desde arriba acompañada por la alineación de las esculturas, pero la imagen inolvidable se obtiene desde la pequeña explanada donde comienzan.
Al lado de la primera fila de escaleras encontramos las capillas del Vía Crucis, dedicadas a la Pasión de Cristo.
En el interior de cada una diversas figuras de terracota muestra la Pasión de Cristo. En diversos estados de conservación, pero algunas tan realistas como la es esta imagen.
Dos de las fuentes de los Cinco Sentidos: Oído y vista
El siguiente tramo esta dedicado a los Cinco Sentidos. Cada uno –vista, oído, olfato, gusto y tacto- representados por una fuente diferente.
El arzobispo Gaspar de Braganza mandó construir el último tramo, hacia 1780. Dedicado a las Tres Virtudes Teologales. Fe, Esperanza y Caridad, con sus respectivas fuentes, rematan la obra.
El diseño del Santuario influyo en otros lugares de Portugal, nos acordamos del Santuario de Nossa Senhora dos Remédios en la cercana Lamego, con una subida muy similar a esta.
Acaba el paseo por la famosa escalera del Bom Jesús, una vez arriba visitamos la Iglesia, hoy sin peregrinos ni turistas, y nos vamos a recorrer la cercana ciudad de Braga.
…No era día de trabajo para el fotógrafo…
Me has recordado un viaje ya casi olvidado... hace muchos años paramos ahí con mis padres.. Estos sitios cambian poco aunque pase mucho tiempo... Gracias.
ResponderEliminarSi, el aspecto es de llevar así muchos, muchos años. Incluido el antiguo elevador con más de un siglo de antigüedad.
EliminarSaludos, Slow, y muchas gracias por comentar.
Portugal, tan cercana y en parte desconocida (muchas veces se mira más allende los Pirineos).
ResponderEliminarCada vez me atrapa mas.
Saludos. :-)
Gelu.
Ninguna escapada a tierras portuguesas me ha defraudado, siempre hay algo interesante. Por las tierras del norte, desde esa decadencia intemporal que tanto me gusta, pasando por el inigualable-y desconocido para muchos- paisaje del Duero o los parque naturales que tan cerca tenemos.
EliminarGelu, gracias por el comentario y un cordial saludo.