Paradilla–Riaño–Tarna, en moto

Paisajes gastronómicos

Embalse de Riaño

En moto de campo, por carretera… da igual el terreno, me quedo con la estación primaveral para “descubrir el mundo” sobre dos ruedas. Paisajes cercanos, tan conocidos y tan diferentes…

Aprovechamos estos días –y los que vengan- para con sol y buena temperatura rodar hasta que el trasero ya no aguante más sobre la Triumph.

Subida a Paradilla, abajo la carretera hacia Geras

Seguimos la rueda de los descubrimientos de otros blogeros- en este caso una ruta de Cristalines y Slow Rider – que nos lleva a Paradilla de Gordón.

Caserío disperso de Paradilla, desde la atalaya de la iglesia

Paisaje pintoresco, al que se llega por la carretera de Pola de Gordón a Geras. Un poco antes de este último pueblo esta señalizado el desvío.

Una corta, pero estrecha, serpenteante y fuerte subida de apenas 1 km nos lleva al pueblo más pequeño de la comarca de Gordón, situado entre Geras y Cabornera.

Paradilla es un pueblecito pequeño, asentado sobre una collada, con la iglesia de San Juan coronando una peña –a 1.250 m de altura-. Por el valle discurre el río Casares.

Dejamos la moto y subimos el ultimo tramo hasta la iglesia a pie. Mirador de lujo sobre la comarca. Un día como hoy, la vista de estos montes quita el hipo.

En la privilegiada atalaya bancos y mesas de madera hacen del lugar un merendero único. Solo falta el mantel para las 3 estrellas, el menú degustación está a la vista. Silencio total, solo roto por el silbido del aire y los pajarillos que sobrevuelan el entorno.

Nos empapamos de soledad, cuesta reemprender el camino. Es un lugar para quedarse. Tal vez sería aconsejable haber subido a la vuelta de Geras… aunque la excursión motera se reduce en unos cuantos kilómetros… y te digo porqué.

En Geras tiene buena fama el embutido, un par de fabricas-tienda-restaurantes lo trabajan con acierto. Unas corras de chorizo, salchichón y lomo, acompañado de unas lonchas finas de jamón y la famosa cecina de León acortan los viajes moteros como por encanto. Lleva su tiempo hacerle los honores.

“Combustible” habitual en la comarca de Gordón. Alto octanaje en colesterol –por supuesto del bueno-

En Geras hacemos parada en el Tarabico. Caña y tapa de cecina, visita a la tienda. Cargamos la moto como podemos –casi tengo que tirar la herramienta , lo que no repare el lomo y la cecina mal lo hará una llave del 12- Desandamos el camino hacia Pola de Gordón, por la solitaria carretera, para otro día dejamos la subida al puerto de Aralla.

Sabero, prospera comarca minera, hoy en absoluto abandono

Nos vamos dirección Boñar y Cistierna, por la zona de Sabero. Antigua comarca minera castigada por el cierre de los pozos.

Pueblos semivacíos, vigilados por las torretas de las minas abandonadas,  ya hace años echaron el cierre. En estos pueblos pronto habrá que cambiar el cartel con el nombre de la localidad por el de: “El último que cierre”

Esqueletos industriales de un negocio que paso a mejor vida, seña de identidad y motor de una comarca. En los pueblos, casas cerradas unas, semidestruidas otras y una legión de pensionistas de la minería sosteniendo una economía ficticia.

Puente sobre el pantano de Riaño

En el cruce hacia Cistierna tomamos dirección a Riaño. Otro enclave provincial salido del mundo de Alicia y el país (Leonés) de las maravillas. El Riaño antigu0 se inundó con un embalse gigantesco y el nuevo Riaño, construido de la nada, donde nada había, lleva el camino predecible para estas actuaciones. La población desciende cada año como el nivel del pantano en tiempo de sequia.

De momento disfrutamos de su paisaje, sigue siendo espectacular.

Primera parada en el entorno del puente. Buena vista del las montañas y el embalse. Impresionante, a reventar de agua, la superficie como un espejo.

Agua y primavera, para llenar la vista

Tenemos por encima la ermita de Nuestra Señora del Rosario, iglesia del siglo XIII, traída piedra a piedra desde el pueblo de La Puerta, también inundado.

Primera atalaya que recibe al viajero una vez cruzado el puente. Unos metros de altura sobre la carretera garantizan una buena vista.

El embalse desde la ermita del Rosario

Seguimos la carretera hasta llegar a la parte alta del pueblo. Desde el cruce para Tarna y Cangas de Onís otra de las vistas típicas de la zona.

Tomamos dirección al puerto de Tarna, a unos 22 km. de Riaño. Buena carretera, ancha y buen firme, curvas en su mayoría amplias. Uno de los lugares preferidos por los moteros leoneses para el fin de semana.

Puerto de Tarna

En el alto del puerto tenemos cerca las últimas nieves. Una manada de caballos da cuenta del pasto primaveral.

Puerto de Tarna. Vertiente asturiana, esta queda para otro día…

Unas fotos al paisaje y nos vamos al hostal del alto. Es hora de comer y hacerlo en Casa Amalia es un viaje en el tiempo.

El hotelito-restaurante esta como hace 40 años. Cuando por estas carreteras circulaban vehículos y dinero a partes iguales.  Los desconchones en la fachada, el bar en madera y el restaurante en el primer piso. Con una decoración que nos hace creer en la existencia de la máquina del tiempo.

Los mismos años deben llevar sirviendo fabes de Agüero, que aquí, a 1.490 m. con vistas a la montaña, saben a gloria. Una buena fabada y el arroz con leche casero completan el menú. No queda sitio para más…

Recobrada la presencia de animo, indudablemente por las fabes, abandonamos Casa Amalia alabando la habilidad en los fogones de nuestros vecinos asturianos,  con el firme propósito de repetir  visita. Decidimos dejar la carretera fácil y regresar a León por el puerto de Las Señales y Puebla de Lillo.

La moto hace que un potrillo, asustado, nos acompañe a la carrera unos cientos de metros. Se refugia al otro lado de la carretera y seguimos nuestro viaje hacia el alto de las Señales. La vía es más camino de cabras que carretera. O mejor de rebecos, pues a uno encontramos al borde del mismo. A cambio del sufrimiento, una vista espectacular sobre el valle del Riosol, con la nieve a pocos metros.

Lillo, el embalse del Porma, Boñar y última parada para un café en la terraza habitual de Barrio de Nta. Señora (a ver si me acuerdo de hacer una foto al lugar). Estamos a un paso de León, pero ya no siento las manos (ni el resto del cuerpo). Hay que hacer más kilómetros.