Entre Galos y Romanos
Maison Carrée. Marco Agripa, yerno de Augusto, la hizo construir en el año 16
Domingo, 5 de Agosto, viajamos desde Carcassonne a Nimes –puerta de la Provenza-. Pasamos la mayor parte del día visitando los famosos monumentos romanos que alberga y recorriendo la ciudad, con las limitaciones de un día festivo. Nimes –de unos 150.000 habitantes- presentaba el ambiente que se puede esperar en un domingo de agosto. Tranquilidad total, y más turistas que vecinos por sus calles.
Desde Carcassonne hay unos 200 Km. Recorremos la mayor parte por las autopistas francesas hasta sobrepasar Montpellier. Hemos cruzado Francia –desde Irún a Montpellier- y, excepto Carcassonne, apenas hemos visto otro paisaje que el anodino de estas vías rápidas.
Hay mucho tráfico en la autopista y uno de los pequeños atascos que encontramos nos impulsa a dejarla y seguir hasta la cercana Nimes –apenas quedan 30 km- por las carreteras locales. Será un acierto, tardamos un poco más pero disfrutamos de la campiña y los pequeños pueblos que cruzamos.
Dejamos el coche cerca de la puerta de Francia, una de las entradas a la zona antigua, próxima a Las Arenas. Hace calor, pero antes de sentarnos a comer daremos una vuelta por el anfiteatro romano.
Anfiteatro romano. Siglo I d. C.
En Nimes se encuentra el anfiteatro romano mejor conservado del mundo. Les Arenes, construido en el siglo I d. C. es la construcción más impresionante de la ciudad. De forma elíptica y grandes dimensiones –133 x 101 m- En su interior 34 gradas que pueden albergar unos 15.000 espectadores.
A lo largo de la historia ha tenido diversos usos. El primitivo para combate de gladiadores, más tarde fortificado por los visigodos. Los condes de Nimes construyeron un palacio-fortaleza en su interior, fue sede de ordenes de caballería, sirvió de vivienda –se construyó un pequeño barrio en su interior- para unas 2000 personas. En el siglo XVIII se volvió a recuperar su aspecto original.
Las Arenas rinden homenaje a Nimeño II, torero francés de trágica historia, gran triunfador en Nimes
Desde 1863 es el coso taurino de la localidad, donde hay una gran afición a los toros. José Tomás acaba de triunfar en esta plaza, Septiembre de 2012, lidiando 6 toros en una faena que –según cuentan las crónicas- pasará a la historia.
Plaza del Reloj y detalle callejeando por la zona peatonal
Recorremos el entorno de la plaza; hacia la zona vieja rodeada de arboles y agradables terrazas, buscamos un sitio para comer, es tarde y si no andamos vivos tocará ayunar en domingo. A pocos metros de Las Arenas encontramos la animada Plaza del Mercado. Está llena de restaurantes y hay donde elegir sin tener que caminar más lejos.
Plaza del Mercado. Nimes.
La plaza del Mercado es un lugar turístico, pequeño rincón plagado de terrazas, a esa hora llenas de turistas. Aprieta el calor y se agradece el refugio bajo las sombrillas.
En la plaza, la fuente del cocodrilo. El animal es el símbolo de la ciudad desde la época romana. Muchos de los legionarios que llegaron a Nimes provenían de las campañas de Egipto.
Para celebrar la fundación de la ciudad acuñaron una moneda de bronce con un acontecimiento destacado: la victoria de Actium en Egipto. Simbolizada por un cocodrilo encadenado a una palmera, como símbolo de sumisión.
Catedral de Notre-Dame y St-Castor. Detalle del friso
Callejeamos por el caso antiguo. Calles estrechas y zona comercial, hoy desierta. En una plazuela la Catedral de Notre Dame et St-Castor.
Construida en el siglo XI tiene un curioso friso donde se representan de forma dramática escenas del Antiguo Testamento.
Puerta de Augusto e iglesia de San Baudilio
Muy cerca está la Puerta de Augusto. Antigua puerta romana abierta en la muralla de 6 km, que rodeaba la ciudad. La Vía Domitiana, calzada principal de Roma a España, pasaba por delante de esta puerta y el centro de Nimes. Formada por 2 arcadas centrales -más grandes- para el paso de carruajes, y a los lados otras dos para los peatones.
Delante de la Puerta de Augusto, se levanta la iglesia de San Baudilio.
Continuamos por la comercial y elegante calle General Perrier, bordeando la zona peatonal nos dirigimos hacia otro de los monumentos más atractivos de la ciudad de Nimes.
La Maison Carrée, -al igual que sucede con el anfiteatro- está considerado el único templo de la antigüedad conservado íntegramente. Levantado por Marco Agripa, es de estilo helénico rodeado de columnas corintias.
Maison Carrée. Detalle y vista desde la entrada
La “Casa Cuadrada” formaba parte del Foro, centro económico y administrativo de la antigua Nemausus. Parece que su conservación tan extraordinaria –después de 2000 años- es posible por el uso ininterrumpido que evito el deterioro y “reciclaje” que sufrió el resto del foro.
Utilizado, entre otros usos, como consulado, establo, vivienda, iglesia, archivo y museo ha llegado hasta nuestros días en un estado envidiable. Resistiendo, incluso, los intentos del ministro de Luis XIV –Colbert- de trasladarlo a Versalles desmontándolo piedra a piedra.
Norman Foster remodeló la plaza en 1993, en un lado se construyo el centro cultural y vanguardista de la Carrée de l’Art. Es uno de los espacios más bonitos de Nimes, con el templo elevado sobre un zócalo y sin edificios próximos. En los edificios cercanos, cafés y terrazas permiten disfrutar del entorno.
Regresamos por el Boulevard Victor Hugo hasta Las Arenas, vamos buscando el coche para llegar hasta el Jardín de la Fontaine. Aparcamos en el Quai del mismo nombre y cruzando los canales que nos separan del jardín vemos como los abuelos preparan las partidas de petanca a la sombra de grandes plataneros.
Situado al final de la avenida Jean-Jaurés es uno de los parque públicos más antiguos de Europa. Zona ajardinada y múltiples caminos, bordeados de vegetación y grandes arboles que trepan hasta la cima del Mont Cavalier. Una parte llana nace en la zona urbana, con canales y puertas de atractivo diseño. En el interior fuentes, cascadas de agua, piscinas subterráneas y jardines conforman un entorno agradable.
No sin esfuerzo, por la hora y el calor, trepamos por los empinados caminos. A medida que ganamos altura hay una buena vista de Nimes, semioculta por la vegetación.
En lo alto está lo que queda de la Tour Magne. Construcción octogonal de 34 m. de altura. La mayor y más notable torre de la muralla romana de Nimes, construida en el siglo 15 a. de C.
El parque debe su nombre al manantial subterráneo descubierto en el siglo XVIII. Aquí termina nuestro recorrido por Nimes.
Seguimos viaje, un corto trayecto de 43 km. por carreteras locales nos llevará hasta nuestro alojamiento en el pueblecito de Maussane les Alpilles. Cruzamos la ciudad de Beaucaire y tenemos la primera vista del impresionante Ródano, empañada por el desagradable olor que despide una fabrica cercana –seguramente de celulosa-.
Pasaremos lo que queda de tarde del domingo, ya cansados, en la piscina del hotel Val Baussenc, alojamiento elegido para recorrer durante 3 días el corazón de la Provenza.
Una tranquila finca, donde solo llega el sonido incansable de las cigarras.
A ultima hora un avión de la acrobática PAF (Patrouille de France) rompe la monotonía. El sonido del reactor rasga el cielo y lo tiñe con los colores de la bandera francesa. Un buen recibimiento. Los aviones acrobáticos del ejercito francés tienen su base en Salón de Provence, apenas a 30 km. de Maussane.
(A) Carcassonne – (B) Nimes – (C) Maussane les Alpilles (aprox. 240 km.)
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