El pueblo con arte
A medio camino entre nuestro alojamiento en Tourrettes Sur Loup y Niza teniamos este pueblo, considerado uno de los mas bonitos de Francia. Saint Paul de Vence es una pequeña localidad amurallada, situada sobre una colina, a tan solo 7 Km. del Mediterráneo.
Vence, sobrado de atractivo, resultó un reclamo para muchos artistas, que desde finales del siglo XIX residieron o pasaron largas temporadas en el pueblo.
Sus calles y construcciones, en piedra, están sorprendentemente cuidadas y restauradas; tanto que tenemos la sensación de estar recorriendo un decorado. Eso sí, un decorado con mucho gusto y encanto.
Jacques Prevert fue vecino de la localidad por los años 40
Pinturas, telas por todas partes en Saint Paul de Vence
Matisse, Renoir, Modigliani, Braque, Picasso o Míró frecuentaron Saint Paul y dieron lugar a que en él se establecieran pintores, escultores, gente del cine y autores célebres.
Así, no resulta tan sorprendente para el visitante que a cada paso se encuentre con una galería de arte, un “atelier” o infinidad de tiendas con objetos decorativos.
Talleres de artistas y galerías en Saint Paul
Su pequeño tamaño, apenas 400 habitantes censados, no es impedimento para que el arte inunde las calles de Vence.
… y de buen nivel, pues las obras que se exponen en talleres y galerias van acompañadas de un precio que se espera pueda pagar la “gente guapa” que llega a la Costa Azul.
Paseamos por las estrechas y cuidadas calles una tarde calurosa de Julio. El pueblo está petado de turistas, pero aún así, hay oportunidad para descubir muchos rincones con encanto.
Plazuelas con una fuente…
…o un pozo
…sombrías callejuelas…
… luminosas fachadas de hiedra…
Entorno de Saint Paul de Vence
Desde las calles que dejan ver el paisaje que se domina desde la colina vemos el magnífico entorno que rodea a Saint Paul, y que tanto contribuyó para que fuera elegido por artistas de renombre.
El teleobjetivo nos permite ver el detalle… Una sucesión de mansiones de lujo que anuncian la proximidad de la Riviera francesa.
En la parte más alta encontramos el torreón, único vestigio en pie del castillo que coronaba la localidad. Hoy es la sede del ayuntamiento.
Cae la tarde y bajamos por la calle principal hacia las afueras del pueblo, Puro arte, en los talleres, galerías y tambien en cada recoveco del pueblo, cuidado con un detalle y nivel que muy pocas veces se ve.
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