Las Médulas (León)

El bosque encantado, entre el mirador de Orellán y la Cuevona

Las Médulas, en HDR

Hace unos cuantos años que no nos acercamos a uno de los lugares más pintorescos de nuestra provincia. Suele ocurrir que muchas veces buscamos lejos lo que tenemos cerca.

Hdr, panorámicas…, las Médulas se prestan a todo

Así que, sábado de mediados de agosto, día soleado en este verano atípico. Sin pensarlo mucho nos encaminamos al Bierzo, hacemos tiempo en el área recreativa del lago de Carucedo –para que llegue la hora de comer- y a primera hora de la tarde enfilamos el coche hacia el mirador de Orellán.

Mirador de Orellán, desde la senda circular

Unos 500 m. antes se corta la carretera, a la izquierda el parking para los vehículos. Un agradable paseo nos lleva hasta la moderna estructura del mirador.

Por el camino, árboles como este

Es la vista más típica y popular de la explotación aurífera romana. Su fácil acceso y el espectacular paisaje que deja a la vista hacen que sea el lugar más concurrido.

Desde esta altura se dominan los montes circundantes, hasta perderse la vista en la lejanía. En primer termino los impactantes cortes que dejaron los derrumbes provocados por el sistema de explotación. Ruinae montium, y efectivamente… se cepillaron el monte.

Galería de Orellán, en la cercana pared al mirador

Al lado derecho del mirador, la galería de Orellán. Antiguo conducto del agua que se canalizaba por el interior de la montaña con el fin de provocar su derrumbe.

Detalle de la galería

Se puede recorrer la misma, hasta llegar al corte vertical que se ve en las fotos. Unos 100 m. de longitud.

El pueblecito de Las Médulas, se distingue desde el mirador

Paisaje único, se presta a mil fotografías

Como el día acompaña –no hace mucho calor- iniciamos un  paseo por la senda circular, hacia la parte alta. La vista sigue siendo esplendida.

Vamos buscando los restos que quedan de las antiguas canalizaciones de agua. Algunas señales han desaparecido o están muy deterioradas, pero acabamos dando con ellos.

Algo queda de los canales trazados por los romanos. Llevaban el agua, desde los depósitos de la zona alta hasta las explotación minera. Zonas de piedra y tramos construidos con madera formaban el sistema de transporte. Se conserva algún tramo de los primeros, donde se intuye la piedra trabajada para dar forma al canal.

Se avecina buena cosecha de las famosas castañas del Bierzo

Desandamos el camino y nos vamos por una atractiva y estrecha senda que –según indica- nos llevará hasta la Cuevona. Unos 3,5 Km. en total. Veremos si la hacemos entera o solo un tramo.

El sendero promete. Ligera bajada y comienza a ensancharse. Nos vamos adentrando en un maravilloso bosque de hayas, y castaños.

Viejos castaños centenarios

Troncos con mil formas sugerentes

Autentico bosque encantado

Paisaje frondoso, en el que apenas pasa la luz

Bajamos y bajamos, atraídos por este entorno singular

Troncos con mil heridas, silenciosos vigilantes del bosque

900 metros de bajada, merece la pena el esfuerzo (el que habrá que hacer para volver a subir)

Comienza a clarear el camino, estamos llegando al final.

Nos deja al lado de la fuente de la Tía Viviana, en pleno corazón de la explotación. Ya puestos vamos a seguir –ahora por un ancho camino hasta la Cuevona.

Caminamos entre grandes castaños. En varios el aviso: “No te las lleves, tienen dueño”, advertencia del exceso de personal recolector que hay en la época de castañas.

Un buen paseo por las entrañas de la explotación romana. En un cartel explicativo aprendemos algo más: Apenas se llevaron 5000 Kg de oro. El 80 % de este mineral ha sido extraído- en todo el mundo- en los últimos 200 años.

Vamos llegando a la entrada de la Cuevona. Es la galería de mayor altura de todas las existentes.

La erosión posterior a debido de contribuir lo suyo, aumentando el tamaño de esta gran oquedad.

En los alrededores, paisaje espectacular. Verde, ocre y azul; buena combinación

Una pequeña, pero fuerte, subida; apenas 100 m. y llegamos hasta la Encantada.

Caminamos pegados a las paredes verticales

La Encantada debe su nombre a esa extraña luminosidad que se refleja en una de sus paredes. Se debe a la luz que penetra por un hueco en la parte superior. Encontramos la entrada vallada y cerrada con cintas, con avisos de peligro de desprendimientos… pero la gente entra igual. Aun a riesgo que un morrillo caído desde las alturas te abra la crisma.

Muy bonito…. volvemos la vista a nuestra espalda, hay que regresar. Joer, donde está el mirador de Orellán!!!

A la vista, en esta bonita foto, justo en el centro

Ampliamos la imagen, para mejor aclaración. Se ve perfectamente.

3 Km. de camino de vuelta con una fuerte subida de 1 Km –el camino del mirador-

Las ultimas fotos de estas tierras rojizas. Nos lo tomamos con calma, hay que disfrutar del lugar.

 

Breve parada en la fuente, para coger fuerzas para la subida, y nos adentramos en el “bosque encantado”, en 15 minutos llegamos arriba. Con poco resuello.

Ultimo vistazo al paisaje de las Médulas, a la luz del atardecer

…y del que tenemos a nuestra espalda, que tampoco desmerece.

Las Médulas, antigua explotación minera de hace 2000 años. Fue la mayor mina de oro a cielo abierto del imperio. Paraje declarado Patrimonio de la Humanidad en 1997.

Antiguo territorio romano, hoy territorio comanche; donde un reconocido pirata leones mantiene activa  una cantera declarada ilegal en el año 2009. El desmonte que se ve de fondo en todas las fotos que engloban las Médulas.