La ciudad de piedra
Gordes es uno de los pueblos más bonitos de la Provenza. Situado en el departamento de Vaucluse pertenece a la red de “pueblos más bonitos de Francia”. Tiene una ventaja sobre otros cercanos que tuvimos oportunidad de conocer: su caserío se desliza a lo largo de una colina, dominando la planicie de Cavaillon, y antes de llegar a él varios miradores naturales proporcionan una vista magnifica que ya impresiona al viajero.
Situado a 40 Km al este de Avignon y 70 Km al norte de Aix en Provence dominando un espolón rocoso sobre la cara meridional de los montes de Vaucluse, Gordes es un pueblecito de unos 2000 habitantes. Llegamos al atardecer, después de visitar Roussillon –el pueblo del ocre-, recorriendo una sinuosa carretera bordeada de muros de piedra seca. Es el color típico del pueblo. A su alrededor vemos magnificas casas de veraneo. Un poco antes de llegar al pueblo la carretera se abre en magnifico mirador, con la silueta del pueblo recortándose en el cielo azul de la Provenza.
Tenemos oportunidad de ver los “Bories”. Cabañas de piedra seca tipicas de la zona. En las afueras de Gordes se conserva un autentico poblado, con viviendas, hornos de pan, corrales, etc. Su origen se remonta a la edad de Bronce y su uso inicial era dar cobijo a los pastores.
Su configuración es similar a otros pueblos de la zona, siempre dominados por la Iglesia y el castillo, si todavía se conserva. En este caso un castillo renacentista alberga el museo Paul Mara, pintor flamenco contemporáneo que eligió Gordes como residencia. El atractivo del pueblo hizo que varias celebridades y artistas reconocidos hayan tenido o tengan aquí residencias.
Paseamos por Gordes al atardecer, en un ambiente tranquillo, con las terrazas próximas al castillo llenas de turistas cenando. Vemos varios restaurantes y hoteles de buena categoría, apreciamos que un turismo refinado lo ha elegido como destino. Es uno de los pueblos con más atractivo turístico de la zona.
Recorremos sus calles, no muy cómodas para el paseo. Viendo su perfil podemos suponer que todo esta cuesta arriba o cuesta abajo, solo una pequeña explanada en la zona del castillo.
Su situación hizo de él un lugar de resistencia muy activo durante la Segunda Guerra Mundial. Ocupado hasta él ultimo día de la contienda por el ejercito alemán. A raíz del desembarco sufrió violentas represalias, llegando a ser bombardeado y ejecutados algunos de sus vecinos por las tropas en retirada.
Gordes es un laberinto de calles de piedra estrechas que suben y bajan, muchas solo aptas para caminar. Pasajes y terrazas naturales dan encanto al centro de la localidad.
La llanura de Cavaillon, vista al atardecer desde Gordes
En los montes cercanos pequeños pueblos salpican las laderas. Ménerbes, Bonnieux o Lourmarín, que tendremos oportunidad de conocer otro día, rivalizan en atractivo con Gordes.
A lo largo del recorrido nos asomamos unas cuantas veces al valle. La situación proporciona excelentes vistas de los suaves montes del Luberón. Un paisaje kilométrico para disfrutarlo con la luz del atardecer. En unos minutos se nos hecha la noche encima, seguimos el recorrido hasta nuestro alojamiento en Apt.
MAPA DE SITUACION
Gordes
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