A por ellos, ooeeeehh…
El domingo, 1 de Julio, la selección española de fútbol escribe una página más en la historia del deporte.
En un país que si por algo destaca es por su falta de planificación y previsión, un grupo de deportistas en diversas disciplinas nos han situado a la cabeza del deporte mundial.
Pura individualidad como el caso de Alonso o Nadal, deportistas con cualidades excepcionales que se son los números uno de su especialidad. En el tenis hay cierta tradición y otras individualidades habían conseguido destacar a lo largo de la historia.
Alonso lo hace en un deporte donde es muy difícil no ya ganar, sino llegar a competir con los mejores. La Formula 1 está fuertemente condicionada por el apoyo económico. Puedes ser muy bueno, pero sin dólares en el bolsillo, o un buen padrino, nunca subirás el último peldaño. El más alto y difícil, en el que hay que estar si quieres competir por el titulo de Campeón de Mundo.
También en el ciclismo destacan los nuestros. Les zurramos la badana en el Giro y el Tour. Hay un pero… Hoy es un deporte totalmente cuestionado por el tema del doping.
El motociclismo es la excepción que confirma la regla. Años de excelente planificación y previsión han logrado que en todas las categorías estén nuestros pilotos disputando el título.
En el Mundial de Motociclismo la canción del verano es el himno español. El resto de países se vuelven hacia España para copiar lo que ha hecho. No hay mejor resultado. En todas las modalidades varios de los nuestros están en los primeros lugares y son los favoritos para llevarse el título. Sin olvidarnos de especialidades como el trial, dominado desde hace años por los pilotos españoles, y entre ellos, los mejores de todos los tiempos –Tarrés, Raga, Bou-. Su técnica revoluciono la historia de un deporte.
Los raids más de lo mismo. Marc Coma, Nani Roma o los intentos de Sainz forman parte de la leyenda del Dakar. Aunque tenemos algún problema con los gabachos; organizan la prueba y barren para casa.
Los deportes colectivos, donde no acostumbrábamos a destacar, se han subido al carro del éxito. Balonmano y basket se han situado en primera fila. No hace tantos años era impensable que a un español se le pudieran caer los anillos de la NBA.
Ahora le toca hacer historia –más historia- al futbol. El “number one” de los deportes populares. Casi una religión nacional. Después de los éxitos de la Eurocopa y Mundial toca volver a conseguir lo que nadie ha logrado, enlazar con otro título de la Eurocopa.
Tres países en recesión –no futbolística- España, Italia y Portugal han competido con los alemanes para llevarse el título. Ellos nos fastidian con la primera de riesgo y la negativa a los eurobonos, pero los representantes de la Europa en crisis aguaron la fiesta a los caramerkel.
España – Italia es la final. Rival difícil, históricamente insuperable. Italia parece que no juega ni deja jugar. Expertos en hacer poco y sacar mucho. Son el último escollo para hacer historia.
Por cierto, el futbol es de las pocas cosas que nos pone de acuerdo. Lo único que lleva a muchos ciudadanos a colgar la bandera española en sus ventanas y balcones. Llega la final y este fin de semana encontramos, en la inigualable Plaza Mayor de Salamanca, la fachada del Ayuntamiento teñida con los colores de la bandera.
Bueno, pues ya se ha conseguido: Eurocopa, Mundial y Eurocopa. Y es cierto que parece que el fútbol es lo único que consigue unir a los españoles y lanzarlos a la calle. Me parece muy bien, pero si además nos uniésemos y saliéramos a la calle por otros motivos, seguramente no estaríamos tan mal como estamos en este país.
ResponderEliminarSi, solo el futbol hace piña. Pero ya sabes: Pan y Circo
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