martes, 15 de marzo de 2011

Salamanca de noche

Cuando la ciudad duerme

Palacio Monterrey Palacio de Monterrey

En el blog hay muchas imágenes y unos cuantos post con Salamanca como protagonista. En los últimos 4 años los repetidos viajes –casi siempre en fin de semana- nos han dejado algunos recuerdos inolvidables.

Me gustan los paseos nocturnos por las ciudades y pueblos que tengo ocasión dTorre de la Catedral-3e conocer; la cara que muestran de día y de noche suelen ser muy diferente, tanto desde el aspecto estético y visual como el de la fauna que las recorre. Si resultan solitarias mejor, el sonido de nuestros pasos es un buen acompañamiento.

Detalle de la Torre de las Campanas

De las ciudades conocidas me quedo con  Brujas, Venecia y Salamanca. Da igual el orden. Las tres tienen algo común; ciudades pequeñas, con muchísimos turistas –cada una en su medida- que hacen visitas cortas, muchos de ellos solo las recorren durante una jornada o, como mucho, dos. No saben lo que se pierden. El encanto de un paseo nocturno por las solitarias calles de Brujas, los canales de Venecia o las estrechas calles del Barrio Antiguo de Salamanca son uno de sus mayores atractivos. El que viaja a estas ciudades y nos las ha recorrido de noche solo ha visto la mitad.

Si eres aficionado a la fotografía, Brujas y Salamanca dan muchas facilidades. Hay mil imágenes que nos gustará llevarnos como recuerdo en la tarjeta. Venecia no ofrece tantas oportunidades por la escasa iluminación de sus calles y plazas.

La proximidad de Salamanca nos da la oportunidad de repetir estos paseos, así que hay que aprovecharla. De los múltiples, repetitivos y nunca  iguales recorridos nocturnos por la ciudad quedan estas imágenes. Los comentarios “técnicos y arquitectónicos” los dejo para los libros de arte y las guías,  lo hacen mucho mejor que yo. Son una buena compañía en este paseo nocturno para consultarlos bajo la amarillenta luz de las farolas.

Salamanca Noche

Un buen punto de partida es la Plaza Mayor; en ella y sus calles próximas el recorrido –a buen ritmo-por sus famosos bares de tapas servirá para calentar los músculos y adquirir la presencia de  animo necesaria para el paseo nocturno, por muy ajetreado que haya sido el día. 

Saliendo por su lado sureste –la esquina del Mesón Cervantes, para no liarnos- enfilamos la C/ S. Pablo.

Inicio fácil, calle cuesta abajo y rectilínea, para mejor comprobación de nuestro sentido de la navegación; si es necesaria la calibración del mismo en sus inicios hay algunos locales donde acabaremos de afinar nuestro navegador interno.

En la antigua Calle de S. Pablo unos cuantos edificios interesantes; enseguida veremos a nuestra derecha la Casa de la Salina, de la que podemos admirar su bonita fachada e intuir el esplendido patio interior; creo que de noche la cierran, aunque recuerdo haber estado en su interior a horas tardias.

Torre de el Clavero-1

Torre del Clavero, desde la calle Consuelo

Nada más superarla -a la izquierda, al fondo de la Plaza de Colón- la Torre del Clavero. Es el único resto en pie del Palacio de Sotomayor. Parece ser que fue mandado construir por Francisco de Sotomayor, Clavero de la Orden de Alcántara, a finales del siglo XV.

Clerecia-3

Pasada la plaza, la siguiente bocacalle es la C/ Palominos, desde la esquina ajardinada del hotel NH Palacio de Castellanos hay una bonita vista de las torres de la Clerecía, la monumental iglesia barroca de la Compañía de Jesús que se levanta enfrente de la Casa de las Conchas.

Cerca de dos siglos tardó en completarse uno de los monumentos más representativos de Salamanca.

Torres de la Clerecía, desde la C/ Palominos

Estamos al lado del hotel NH Palacio de Castellanos, construcción noble del siglo XV de la que se conserva el patio para disfrute de clientes y visitantes.

Enfrente se abre la plaza del Concilio de Trento, al aproximarnos a ella tenemos una de las vistas más bonitas y espectaculares de la noche salmantina.

A la izquierda la línea de muro que limita el convento de las Dueñas, y al fondo, la mejor vista del convento de San Esteban. La piedra, iluminada de noche,  reluce como el sol.

San Esteban-3 Convento de San Esteban

El Convento de San Esteban, pertenece a la orden de los Dominicos, tiene una de las mejores portadas platerescas. Desde la plaza del Concilio de Trento las mejores vistas de la misma. En horario más propicio se puede visitar el interior y algunos de sus claustros, hay una parte reservada a clausura.

San Esteban-5 Convento de San Esteban

Seguimos nuestro paseo por la calle S. Pablo, a la derecha la antigua y señorial casona que ocupa desde hace unos meses el pequeño y lujoso Gran Hotel Don Gregorio; el emplazamiento es envidiable.

Entre el hotel y la residencia universitaria del Sagrado Corazón, la estrecha y pendiente calle arbolada de la Cuesta de Carvajal, entrada a la famosa Cueva de Salamanca, donde –según dice la leyenda- impartía clase el diablo. La cueva esta ubicada en la cripta de la desaparecida iglesia de de San Cebrián. Como en nuestro paseo no pretendemos soliviantar a nadie, y menos al diablo, seguimos la ruta dejando la visita a la Cueva para horas de mayor claridad.

Pasadas las ultimas casas de la calle S. Pablo se presentan ante nosotros –a la derecha- los restos de la muralla de Salamanca.  A la izquierda las ruinas de la iglesia de San Polo, parte de ella reconvertida o aprovechada por un moderno hotel del mismo nombre.

Casa Lis-1 La Casa Lis

Entroncamos con el Paseo del Rector Esperabé; paralelo al cauce del río; a la derecha las ultimas casas adosadas a la muralla esperan su turno para la demolición, ya próxima según las ultimas noticias de la prensa  local. La zona será remozada y el lienzo de la muralla quedará visible. Esperamos que no haya mayores percances. Hace años, cuando comenzó a tratarse el derribo de las edificaciones adosadas que carecían de licencia, un histórico kiosquero salmantino previno a las autoridades: “Yo tiro el kiosco, pero si luego se cae la muralla, no me hago responsable”. Parece ser que persistió unos cuántos años más, y hasta unas coplillas tenia dedicadas: “Al entrar en Salamanca / lo primero que se ve,/ es el puesto de Abelardo / sujetando la pared.”

En lo alto de la muralla el jardín de Calixto y Melibea, donde Francisco de Rojas situó la trama de la Celestina. Unas pocas construcciones nos separan del Tormes, y notamos el frescor de la cercanía del agua.

Tenemos a la vista el palacete modernista que Miguel de Lis hizo construir. Sorprendente vista nocturna del hoy museo Art Nouveau y Art Decó que acoge la colección donada por el anticuario salmantino Manuel Ramos Andrade. Las vidrieras iluminadas, permanentes fuegos artificiales en la noche de Salamanca. Su interior es una visita imprescindible, sorprendente en los días soleados.

Tentenecio-1 Torre de la Catedral, desde la calle Tentenecio

Siguiendo la Casa Lis, tomamos un duro repecho que pondrá a prueba nuestro fondo, hasta la parte sur de la Catedral. Subimos por la calle Tentenecio, Nombre curioso que la leyenda popular atribuye a San Juan de Sahagún. Caminando por ella, apareció a la carrera un morlaco escapado del mercado, el Santo le gritó: “Tente, necio”, y el toro obedeció mansamente; templando con la palabra lo que muchos no consiguen con la muleta.  En cualquier plaza se hubiera llevado las dos orejas.

Por cierto, ayer –14 de Marzo- sucedió algo parecido en la ciudad de León. Acorde a los tiempos el novillo se escapó del matadero y, tras una larga carrera –3 Km.- hacia el centro de la ciudad, se presentó en el Parador de San Marcos. A falta de Santo que intercediera, “toreó” a los agentes -según los noticieros- hasta que le pegaron dos tiros. Como cambian los tiempos.

Torre Catedral-1 Entramos en una bonita zona de calles estrechas y antiguas de Salamanca. La primera a la derecha, renombrada como calle del Expolio, donde se encuentra el acceso a la Casa Lis. Siendo el primer edificio el antiguo Archivo General de la Guerra Civil renombrado a Centro Documental de la Memoria Histórica. Ignoro si cambiar de nombre al continente hace variar el contenido... Hay sus más y sus menos con “los papeles de Salamanca”. La sufrida calle en permanente reivindicación, hoy calle Expolio, antes calle Gibraltar.

Torre de las Campanas desde Tentenecio

No es hora  de guerras, y seguimos disfrutando de nuestro pacifico  paseo. A medida que remontamos Tentenecio  obtenemos una de las vistas más bonitas de la catedral, con la inmensa mole de la torre de las Campanas delante.

La estrecha calle se ensancha a la altura del restaurante “Casa de la Pizarra”, por las mañanas es frecuente encontrar a un guitarrista que acompañará nuestro último esfuerzo con su rasgueo. La suave música española, que llena la estrecha subida y ahoga nuestro pasos, es el complemento ideal para realzar la buena vista de la mole catedralicia.

Tentenecio se abre a la Plaza de Juan XXIII, a la izquierda el hotel NH Puerta de la Catedral; seguimos su  fachada, hasta el comienzo de la calle Tavira  donde tenemos una buena vista de la torre Mocha y la torre del Gallo de la catedral vieja.

Al pie de la gran torre de las Campanas está la entrada a la exposición Ieronimus, visita imprescindible que permite recorrer los tejados y torres de la Catedral, desde las mismas se obtienen algunas de las vistas más espectaculares, tanto interiores como del casco  histórico y del Tormes. Tarea para las horas diurnas. El nombre de la exposición honra a Jerónimo de Perigeaux, obispo y monje cluniacense promotor de la construcción de la catedral vieja.

Catedral Salamanca-1 Catedral Nueva de Salamanca. Desde la Plaza de Anaya

Catedral Salamanca-3 Catedral Salamanca-2

Aprovechamos para recorrer el monumental entorno,  admirar las trabajadas portadas que resaltan al contraste de la luz.  Bien entrada la noche un grupo sigue buscando en la entrada norte el astronauta y al demonio que come un helado.

Colegio Anaya-1 Enfrente de la Catedral, el Palacio de Anaya

Casi enfrentado a la Catedral, el Palacio de Anaya. Antiguo Colegio Mayor de San Bartolomé, construido sobre el original que –se cree- fue dañado por el terremoto de Lisboa. Es uno de los escasos edificios neoclásicos que hay en Salamanca, hoy Facultad de Filología. Destacan la gran portada con escalinatas y 4 columnas rematadas con un frontón. En los días soleados anfiteatro por excelencia de la estudiantina, que se broncea esparramada por sus escaleras, viendo pasar la vida en un entorno privilegiado. Las  antiguas caballerizas del Palacio están reconvertidas en cafetería.

Retornamos hacia la Plaza de Juan XXIII, buscando la calle de Tavira. Zona tranquila y solitaria, en el primer cruce la histórica calle Libreros. En este punto, aunque el paseo ha sido corto, si necesitamos reponer fuerzas seguimos la prolongación, donde la calle Tavira cambia su nombre por La Latina encontramos en pocos metros tres locales, alguno histórico, de distinto pelaje.  El nombre de la calle recuerda a Beatriz Galindo “La Latina”, escritora y humanista nacida en la ciudad. Una placa indica la casa en la que vivió.

El Café Puccini, la Taberna de Ángel y el Bar Laso ofrecen distintas tapas y ambientes, generalmente universitarios por la proximidad de la biblioteca. De noche, gente joven y “otras hierbas” según se desprende del aroma  que aspiramos en la calle.

Universidad Salamanca-1Fachada de la  Universidad de Salamanca

Retomamos la calle Libreros, recta y antigua calle principal de la ciudad romana; ya estamos a escasos metros de la Universidad de Salamanca, la más antigua de España y una de las 4 más veteranas del mundo. Innumerables prohombres y acontecimientos históricos han conocidos sus muros. La fachada, obra maestra del plateresco, es por si sola un libro abierto donde se hace una alabanza de la ciencia y la vida activa. De día, hordas de turistas se dedican a buscar la famosa rana de su fachada; de noche… algún rezagado la sigue buscando. A nuestra espalda el Patio de las Escuelas con la estatua erigida a Fray Luis de León.

Ya Unamuno, su más célebre Rector advirtió: “lo malo no es ver la rana; lo malo es ver sólo la rana”.

Clerecia-2 La Casa de las Conchas y la Clerecía

La calle Libreros nos retorna al Salamanca más turístico. Recorriendo su tramo final tenemos  una bonita vista de la cúpula de la Clerecía, y nos lleva a un lateral de la misma, en la calle Serranos.

Enfrente de la fachada de la Clerecía, la Casa de las Conchas. Situándonos al comienzo de la Rúa Mayor se obtiene una de las mejores vistas de uno de los conjuntos monumentales más representativos de la ciudad.

El Corrillo-3 Plaza de San Benito, desde la C/ La Compañía

Entre los dos edificios se abre la C/ La Compañía, histórica vía peatonal que destaca por su patrimonio Torre de la Clerecia-1arquitectónico. El paseo por la estrecha calle nos lleva hasta  la Plaza de San Benito, una de las más pintorescas, con la Iglesia de San Benito en el centro de la misma.

Seguimos la suave bajada por La Compañia, si volvemos la vista atrás –o recorremos la calle en sentido contrario- hay una buena vista de la Clerecía, perfilada en la estrecha calle.

La Clerecía, desde la C/ Compañía 

Estamos a un paso de la Plaza de las Agustinas, donde se encuentra el Convento del mismo nombre,  la iglesia de La Purísima y el Palacio de Monterrey.

En hora menos intempestiva es recomendable visitar la iglesia y admirar la Purísima Concepción de Ribera que hay en su altar. Manuel de Zúñiga y Fonseca, conde de Monterrey, mandó construir el convento y la iglesia para retiro de su hija, monja agustina.

La plazoleta tiene especial atractivo, por el realce del convento, la iglesia, y sobre todo, el Palacio de Monterrey. Desde la misma calle Compañía, por la que accedemos, la mejor vista que se corresponde con la imagen que inicia esta entrada.  El imponente Palacio es uno de los mejores exponentes del plateresco español. Fue levantado según los planos esbozados por Rodrigo Gil de Hontañón. No es visitable –ya nos gustaría-, pues es una de las innumerables propiedades que acumula la Duquesa de Alba.

Convento de Santa Ursula-1 Convento de las Úrsulas, ó de la Anunciación

Antes de enfilar la  vecina C/ del Prior, que nos llevará a la Plaza Mayor, merece la pena alargar unos metros el recorrido siguiendo la C/ La Compañia, escasos 50 m., para llegar hasta la C/ de las Ursulas –fuera del plano esbozado- y admirar el convento del mismo nombre, también conocido como Convento de la Anunciación. Situado en un bonito rincón del casco antiguo. Su obra se debe al Arzobispo y mecenas Alonso de Fonseca y Acevedo, y en él está enterrado.

Desandamos un poco el camino, volvemos hacia la calle Compañía, y en su inicio, encontramos dos casonas históricas. La Casa de las Muertes, y la de los Ovalle, donde una placa nos recuerda que en en ella “vivió y murió” D. Miguel de Unamuno.

PlazaMayor-2

Plaza Mayor

A la altura del Palacio de Monterrey, tomamos la C/ del Prior, a nuestra izquierda, que nos emboca en el lateral oeste de la Plaza  Mayor, punto de partida y final de este paseo nocturno salmantino, que nos deja estas imágenes de cuando la ciudad duerme, aunque algunos de sus más jóvenes habitantes parecen no dormir nunca.

1 comentario:

  1. es única,dotada de monumentos marabillosos,una de la ciudades mas bellas del mundo

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