viernes, 5 de noviembre de 2010

Sierra de Aracena y Picos de Aroche

Huelva, del mar a la montaña

Aroche-1 Aroche

Hacemos esta ruta desde Islantilla (Huelva), con la intención de ver algunos de los pueblos blancos de la sierra. Comenzando por Aracena llevamos marcados –por su interés- Jabugo, Cortegana y Aroche; alguno más se nos queda marcados en las guías como atractivos, pero un día no da para más. A la ruta se añadió una parada no programada en Minas de Riotinto; atraídos por el antiguo poblado inglés de Bella Vista y relatado en la entrada anterior.

Como siempre, Google es muy útil para visualizarla:

image

Islantilla - Minas de Ríotinto: 114 Km. Minas de Riotinto – Aracena: 32 Km
Aracena - Jabugo : 20 Km Jabugo – Cortegana: 15 Km.
Cortegana – Aroche: 15 Km. Aroche – Islantilla: 133 Km.

Recorrido total aproximado:

325 Km.

De Riotinto salimos casi al mediodía y continuamos nuestro viaje hacia Aracena –poco más de 30 Km.-. La vista va cambiando, pasamos del desolado paisaje de las cortas mineras a sentir el aroma de los eucaliptos y a ver fincas de encinas y alcornoques. Vamos por la carretera A-461 hasta Campofrío y desde allí, la A-479 nos llevará hasta Aracena. Sobre el mapa teníamos dudas si será posible realizar toda la ruta sin que resulte un palizón de horas en la carretera. A la vista del trazado en Google esperábamos una carretera más estrecha y escarpada pero resulto ser una vía con arcenes, de buena anchura, trazado poco montañoso y escasa circulación, así que el recorrido se hizo muy llevadero, y a partir de Aracena el resto de pueblos están a poca distancia unos de otros. El paisaje acompaña, bonitas vistas y verde, más verde de lo esperado teniendo en cuenta su ubicación sur.

Aracena-1 Entramos en Aracena, pueblo blanco de unos 7.500 habitantes -dicen los libros- dominado por el Castillo que hay en el cerro del mismo nombre.

Cerro del castillo. Aracena 

Las calles están animadas por coincidir con la hora de cierre de los comercios; en un ratito quedará tranquilo y solitario.

Un corto paseo por el centro; la plaza principal con el antiguo casino de Arias Montano, el bonito entorno de la iglesia renacentista Nta. Sra.de la Asunción y el Cabildo Viejo, algunas casonas antiguas con buenas fachadas. Nos vamos hasta los alrededores de la Gruta de las Maravillas, zona especialmente turística donde buscamos un lugar tranquilo para comer.

N S Asuncion Aracena-2 Nta. Sra. de la Asunción - Aracena

La terraza de La Serrana, con sombra y buena vista sobre la plaza resultó un lugar adecuado, al igual que la comida. Al revuelto de setas, reforzado con inevitable jamón de la zona, sigue una excelente carne –chuletón de buey inolvidable y lomo ibérico-, en raciones poco recomendables (por lo excesivas) para el calor del día y si se pretende seguir viaje.Aracena-3

Con esfuerzo retomamos la ruta y nos acercamos hasta la entrada de la Cueva de las Maravillas. Desistimos en  visitarla,  hay que esperar un buen rato hasta la próxima entrada, el recorrido es guiado y con duración aproximada de una hora, si lo hacemos no dará el día para más. Es la principal atracción turística de la localidad y según la información el recorrido se extiende por algo más de 1 km en el interior de la cueva, donde el agua ha formado estalactitas, estalagmitas,  coladas y otras formaciones calcáreas .

Seguimos nuestros planes y en coche subimos hasta el cerro que domina la localidad. Visita imprescindible, con una de las vistas más bonitas de la ruta. Desde el alto se domina el bonito entorno de valles y montes que rodean Aracena. La tarde se ha quedado con un gran cielo azul y a nuestros pies reluce el pueblo blanco,  desde aquí se obtienen unas magnificas vistas de su caserío y trazado.

Aracena-4 Aracena desde el Cerro del Castillo

En el cerro recorremos los  restos del castillo, quedan 7 torreones, y en parte de sus ruinas se levantó la Iglesia más antigua y emblemática de Aracena: Nta. Sra. Del Mayor Dolor. Construcción gótica iniciada en el siglo XIII. Solitaria pero abierta aprovechamos para recorrer su interior.

Aracena-5Aracena-6 Hay obras en el cerro, están acondicionando el entorno del castillo como paseo, pero no impiden recorrerlo., Disfrutamos del paisaje y de una vista de 360º del entorno de Aracena.

Aracena-9 Aracena-8

Aracena-7Bajamos del castillo y buscando la carretera llegamos a la plaza de toros. Encalada y antigua (1864), plaza circular de dos pisos con una estatua homenaje al maestro sevillano de los 50 Manolo González.

Continúa nuestro viaje por la N-433 dirección a Jabugo. Se lleva la fama que da haber puesto su nombre a los productos del cerdo ibérico en toda la zona, pero será la localidad  que menos atractiva encontremos en este recorrido.

Solitario, tal vez la hora de la siesta o su pequeño tamaño (2.400 habitantes), recorremos su centro urbano. Calles muy estrechas, donde apenas entra el coche.

Acabamos en la zona más “turística”, la calle o carretera de San Juan del Puerto a Cáceres. Autentica “Avenida del Jamón”, unos 400 m. dominados por la gran fábrica de Sánchez Romero Carvajal (en la foto), que da muestra de la importancia económica que tiene esta Jabugo-1 industria en la zona, y salpicada de comercios dedicados a los productos del cerdo ibérico.  Fin del paseo acompañados de un par de patas de estos depredadores de bellotas; elegidas en la tienda “De Jabugo la Cañada”; algún sentido hay que darle al viaje.

Convencidos, además, de su bonanza para la salud. Recordamos el estudio que se hizo en los conventos pacenses de Santa Ana y de Las Trinitarias, donde 27 monjas de clausura fueron sometidas a una dieta rica en jamón y otros productos frescos del cerdo ibérico. Se constató el descenso de la presión arterial y lípidos en la sangre, en definitiva la capacidad del producto de producir colesterol “del bueno”. Como resumía esta noticia “el consumo de un buen jamón es una medicina”. Nosotros, dispuestos a llegar a la sobredosis.  Nada dice el informe de su acompañamiento con un buen tinto; asumimos el riesgo, en parte por la dificultad para conseguir vino de misa.

Da gusto ver la soltura y maestría con que son envueltos y empaquetados. En su página web un útil manual de corte del jamón para mejor aprovechamiento de la pieza, también hay unos cuantos videos en youtube.

Inevitable paseo por la avenida, y alguna bonita vista desde sus bocacalles hacia el pueblo.

Jabugo-2 El resto de la ruta nos acompaña en el coche el aroma de estos jamones, que, si no hubiera sido por la “comilona” de Aracena hubieran sufrido el primer envite a cuchillo esa misma tarde. Jabugo nos desencanto un poco, pero los souvenirs compensan. Lo dejamos en su letargo y retomamos la N-433 hacia nuestro siguiente destino.

Cortegana-1 Cortegana

Cortegana, pueblo con grandes desniveles y dominado por el Castillo de Sancho IV El Bravo. Aparcamos, por suerte, cerca del centro. Menos mal; sus Cortegana-2calles no son muy adecuadas para circular. Es media tarde y el pueblo está todo lo animado que puede estar un pueblo de este tamaño (unos 5.000 habitantes).

Unos pocos comercios abiertos, los bares con los habituales echando la partida, y la soleada plaza llena de abuelos tomando el sol y viendo pasar la vida (…y a nosotros, que no se le escapa cuando  hay forasteros en el pueblo); unos cuantos niños con sus juguetes en la plaza y otros dando patadas a un balón en terreno poco propicio. Donde no hay una buena cuesta hay escaleras, así deben desarrollar una pronta habilidad para el control de la pelota.

En sus reviradas calles encontramos alguna casa mudéjar, con la huella de un pasado mucho más espléndido que el presente y futuro que se le supone. Aún así parecen sacadas de un cuento.

Cortegana-3

Volvemos al coche, desistimos de subir al castillo –desde el que leo hay excelentes vistas-, si queremos llegar a Aroche de día. Por un momento, tememos no ser capaces de encontrar la salida de Cortegana. Ni el GPS se aclara y de calles estrechas pasamos a calles cortadas u otras donde no entra el coche, por fin encontramos la dirección buena y retomamos la N-433 hacia el último destino del día.

PataNegra-1 Cae la tarde y disfrutamos del bonito paisaje que se nos presenta, a ambos lados de la recta carretera.

Extensas fincas de encinas donde hay una gran cantidad de cerdos ibéricos, los pata negra camuflados por la agresiva luz de la tarde, intensa en la zona soleadas y con mucho contraste en la sombra. No nos hacen ni caso y siguen cebándose a su aire.

Nos detenemos un rato en la cuneta a observarlos.

 

Aroche-2 Aroche es el pueblo que ofrece la vista más espectacular de la zona, al aproximarse aparece subido en lo alto de un cerro. Blanco, sobre el verde del monte con el sol amarilleando algunas casas, en la cima el castillo de origen islámico recortado sobre el cielo azul. Tiene una vista de postal.

A la entrada el pueblo nos llega el bullicio del extenso parqueArocheSeñal-2 lleno de niños –grandes y pequeños- que  juegan. Veremos que es la única zona llana del pueblo.

Se estrecha la calle, una señal nos avisa “tráfico dificultoso”; bueno, estamos acostumbrados (creíamos), seguimos la estrecha calle –ya solo cabe el coche- y vemos que al final hay un municipal acompañado de unos cuantos vecinos.

Después descubrimos que es el “check point charlie” de Aroche. Es la entrada principal de la localidad. Vamos directos hacia esa comitiva de recepción y como acaba en forma de T hay que elegir entre ir a derecha o izquierda. El guardia te avisa si viene algún otro vehículo. Una vuelta por sus calles estrechas y en cuesta, aquí no hay lugar físico donde entre el coche. Vuelta a la salida y a un pequeño parking público que hay en la entrada del pueblo, por suerte hay un sitio.

  Aroche-4 Aroche.Check Point Charlie”

Aroche-3Ya caminando volvemos a entrar por el mismo sitio, nos pasan revista con la mirada en el check point y seguimos hasta la bonita y cercana plazoleta que hay a la izquierda.

Vamos secos, necesitamos un bar, hay uno con balcones en el primer piso en la plaza y buscamos la entrada en la empinada calle lateral. Se entra a nivel de la calle y apareces en el primer piso de la plaza. Los balcones, con una mesita y taburetes para dos personas, son la mejor atalaya para tomar el pulso de Aroche. La cerveza helada también ayuda. Desde este puesto de vigilancia observamos el curioso funcionamiento del pueblo.

Aroche-5

Los vecinos, espalda en la pared, acompañan y conversan entre ellos y con el municipal que dirige el tráfico. Es tarde y, cuando llega la hora, el guardia acabAroche-6a el turno, se va, y allí se quedan los acompañantes.

Otra escena pintoresca; aparece en la plaza un hombre con un altavoz  al hombro –tipo los que usan para amplificar las guitarras-. Con la música a toda pastilla –“el friki del pueblo”, pensamos-; se coloca en medio de la plaza, apaga la música, saca un micro de un bolso y larga de un tirón: “Se comunica que por obras en las calles tal, tal y tal se cortará el agua de tal a tal hora”.

Fin del bando y de la música. No parece que le hayan prestado mucha atención, pero la cosa debe funcionar, el que no se haya enterado es porque no quiere. Apaga el invento y se mete en un bar, hay que reponer fuerzas una vez ejecutado el mandato. Un alguacil moderno. 

Entretenidos nos habríamos quedado mucho más tiempo es esa privilegiada atalaya, disfrutando de la vida cotidiana. Empieza a caer la luz y vamos a dar un paseo por el pueblo, no queremos irnos sin recorrer sus calles.

Aroche-7 Aroche es pequeño, unos 3.000 habitantes, tranquilo y tiene un atractivo especial. Merece la pena Aroche-8pasear por sus calles, estrechas, con tremendas cuestas, entre las casas encaladas de este pueblo singular.

Llegamos hasta el Castillo de Armas, en la zona más alta, de origen musulmán,  levantado en los siglos XI o XII, su estructura primitiva ha sido muy modificada a lo largo del tiempo.

Por las rendijas de las puertas se adivina el anillo levantado en 1802 que lo transformó en plaza de toros, todavía en uso en las fiestas patronales. En su entrada anuncian que se puede visitar en horario más razonable al que nosotros llegamos.

Aroche-10 Aroche-9 Anocheciendo bajamos hasta la entrada del pueblo, calles y plazas ya desiertas –es la hora de la cena- y emprendemos el camino de vuelta, no sin antes parar a las afueras del pueblo para llevarnos una última imagen de la vista espectacular que ofrece Aroche a los visitantes.

Por no desandar una pequeña parte del camino, hasta el cruce con Jabugo, seguimos por la N-435 dirección a Rosal de la Frontera, ya en la raya con Portugal, allí nos desviamos por la A-495 hacia Gibraleón. Carretera solitaria donde las haya, el tramo entre Rosal y Cabezas Rubias muchos kilómetros entre una gran masa forestal donde no nos cruzamos con ningún vehículo. Se hacen algunos km. menos que desandando el camino, pero la carretera es peor que a la ida, al menos eso me parece de noche.

El recorrido es largo para hacerlo en un solo día, dando un madrugón habría dado tiempo a más cosas, pero horarios y relax no concuerdan. Lo más recomendable: hay que hacerlo en temporada de no mucho calor. Aquí, el 27 de Septiembre, al mediodía, todavía apretaba lo suyo.

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