Viaje al interior de una imagen

Histograma. El electro de una foto

Disponible en prácticamente todas las cámaras digitales. Desde la más sencilla a la más sofisticada. Este simple gráfico de barras se acaba transformando en una útil herramienta si lo sabemos interpretar.

El histograma es una representación del número de pixeles en cada nivel de intensidad de color. Se extiende desde el lado izquierdo, zona de sombras, a los tonos medios (centro) y hasta las luces altas (zona derecha).

Si el histograma se extiende desde la izquierda a la derecha del panel indica que la imagen hace uso de toda la escala de tonos. Si no se utiliza todo el rango tonal, la imagen se verá apagada y sin contraste.

Un histograma que acaba en picos cortados en alguno de sus lados indica que la fotografía tiene recortes de  sombras o iluminación. El recorte ocasionará una perdida en el nivel de detalle de la imagen.

Está compuesto por tres capas de color: Rojo, verde y azul. Vemos zonas de color gris cuando los tres canales se superponen. El amarillo cuando se superponen los canales rojo y verde. El magenta por la mezcla de rojo y azul, y cian por superposición de verde y azul.

Herramienta de gran valor para comprobar la exposición de las imágenes. Si el histograma es correcto, no importa que la imagen se vea clara u oscura en la pantalla. El revelado la dejará en su punto justo. Algunos fotógrafos dicen: la verdad está en el histograma.

El histograma superior corresponde al tamaño original de la foto  de la izquierda. La  imagen, reducidos sus 4 Mb originales a 138 Kb (para subirla al blog), modifica su histograma de la manera que vemos debajo. Ha sido reducida de un tamaño de 4272 x 2848 pixeles a 1024 x 682.

Registra perdidas en la zona de sombras, marcada con el puntero.

Para su visualización en pantalla mantiene una calidad aceptable y apenas se ha modificado el resto de sus curvas. Hay que reconocer que el software hace un buen trabajo.

Con los ajustes de revelado de Lightroom vemos como cambia el histograma de una imagen si modificamos el valor de su exposición.

En las imágenes anteriores, partiendo de la foto central,  se ha disminuido la exposición en 1 diafragma (foto izquierda), y aumentado la exposición en 1 diafragma (foto derecha). Vemos como el histograma se ha modificado en el sentido correspondiente. A la izquierda, la foto subexpuesta, donde los pixels se acumulan hacia el lado de las sombras, indicando que la toma será oscura y sin nitidez.

Lo contrario ocurre en la corrección efectuada en la imagen de la derecha (sobreexpuesta), los pixel se acumulan en el lado derecho (zona de las luces) y ya nos indican que la imagen saldrá demasiado clara, con algunos tonos a punto de reventarse.

La imagen original está tomada en Raw, y en el caso de que la exposición no fuese la correcta, habría permitido efectuar la corrección de la misma manteniendo la calidad inicial. Nos habría dejado “jugar” con el histograma, como lo hemos hecho en esta sencilla comparación, para situarlo en unos niveles más correctos.

No hay que obsesionarse buscando el histograma perfecto. No existe. Rara vez saldrá ese  monte que va subiendo desde la zona de sombra hasta la zona central y descendiendo suavemente hacia la zona de las luces altas hasta llegar al mismo pie del gráfico. Con lo que hemos visto, ya nos damos cuenta que va a depender del contraste que tenga la imagen. Si en la imagen hay fuertes contrastes habrá varias zonas “montañosas”.

 

Hay que evitar que el histograma se corte bruscamente en cualquiera de los dos lados. En la imagen superior, solo existe información en la zona de sombras (izq.) y en las de luces altas (dcha.). El resultado ya sabemos que será una foto con zonas oscuras “quemadas”, y zonas claras sin ninguna definición y “reventadas” (como el cielo). El corte brusco que hay a ambos lados garantiza una perdida de información en esas zonas, que con los ajustes de revelado apenas mejorarán. El inexistente color del cielo es irrecuperable. Una imagen para desechar.

Un ultimo detalle. En las capturas en RAW hay mucha más información en la zona de luces que en las sombras.

El rango dinámico (capacidad del sensor de la cámara para registrar detalles en objetos claros y oscuros en una misma fotografía) es de unos 8 diafragmas. Si dividimos el histograma en 8 partes, la información que hay en cada una de ellas no es 1/8, como pudiéramos pensar. Cada diafragma captura el doble de niveles que el anterior.  Así que para obtener la mayor gama de tonos debemos conseguir el máximo de información posible en la zona de luces altas. Dicho de otra manera, la gráfica del histograma debería acabar, casi, en el extremo derecho. Si nos quedamos cortos perdemos mucha información, y si nos pasamos, los blancos saldrán reventados. Con lo mal que quedan…