sábado, 1 de mayo de 2010

Cuacos de Yuste

El retiro del Emperador

 Yuste-3 Yuste quedó marcado en la historia cuando Carlos V lo eligió como lugar de retiro; el pueblo de Cuacos cuacos de Yuste-3conserva un casco histórico –declarado monumento histórico-artístico- que merece la pena visitar.  La localidad aunque pequeña, poco más de 900 habitantes, tiene unas cuantas calles y rincones interesantes.

Comenzamos el recorrido por la Plaza del  Ayuntamiento, muy amplia y con unos bonitos soportales.

El trazado del pueblo antiguo  discurre paralelo a la carretera general. El paseo por las estrechas y típicas callejuelas nos lleva hasta la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, en el extremo opuesto a la Plaza Mayor.cuacos de Yuste-1

De vuelta hacia la Plaza, pasamos por uno de los lugares más bonitos del pueblo, la plaza de la Fuente de los Chorros, plazuela con mucho encanto, rodeada de casas típicas veratas decoradas con flores. Una de ellas –la Casa Grande- es una antigua mansión convertida en alojamiento de turismo rural.

cuacos de Yuste-4Un poco más adelante la Plaza de Don Juan de Austria, con un trazado que recuerda a un corral de comedias.

En el centro antiguos secaderos de pimientos, construidos sobre una gran peña, que en su parte baja tiene adosada la fuente de la Higuera, donde crece un ejemplar solitario que arraigó, de forma natural, sobre la peña.

cuacos de Yuste-2

En esta plaza se encuentra la casa donde paso su infancia Jeromín –Juan de Austria-, hijo natural de Carlos V y la alemana Barbara Blomberg. El Emperador decidió que se educara en España y su mayordomo -Luis de Quijada- recibió el encargo, a cambio de 50 ducados anuales. Cuando se traslado a Yuste ordenó que lo trajeran para conocerlo y la familia se instaló en una de las casas de este pueblo. Felipe II, siguiendo las instrucciones del testamento de su padre, lo reconoció como miembro de la Casa Real y le dio el nuevo nombre de Juan de Austria. Con vocación militar demostraría sus grandes dotes con la histórica victoria de la batalla de Lepanto.

Monasterio de YusteYuste-1

A 2 km del pueblo, en un bonito bosque de robles, encontramos el Monasterio Jerónimo. Al parecer, el monarca más poderoso de su tiempo se sintió atraído por su paisaje, su quietud y “ausencia de Yuste-7 tempestades”. Abdicó cuando gobernaba un imperio y, como relató en esta ceremonia, había viajado nueve veces a Alemania, seis a España, siete a Italia, diez a Flandes, dos a África. Navegó cuatro veces por el Atlántico y ocho por el Mediterráneo.

Aquí paso los dos últimos años de su vida, achacoso y enfermo de asma y gota. Cruzó el puerto de Tornavacas en silla de mano y pasó 3 meses en el Castillo del Conde de Oropesa en Jarandilla, esperando a que finalizaran las obras de acondicionamiento que se hacían en el Monasterio. Cansado de esperar se instaló en él en Febrero de 1557, donde  permaneció hasta su muerte en Noviembre de 1558.

Yuste-6El Monasterio sigue habitado por los monjes, aunque fue destruido en la guerra de la independencia y, más tarde,  expulsados por la desamortización; en 1898 el Marques de Mirabel lo compró en 400.000 reales, cuando fue  cedido al estado en 1941 los monjes volvieron a ocuparlo.

La visita interior se reduce a la Iglesia y las 4 sencillas salas que Carlos V se hizo construir a modo de vivienda. La influencia de su estancia fue grande, a su muerte importantes personas de su séquito quedaron a vivir en estas tierras.

La vivienda del Emperador tiene aspecto Yuste-4sencillo, una bonita terraza da acceso a un pasillo central con dos habitaciones a cada lado. Las de la derecha, orientadas hacia la huerta y el lago que construyeron para que practicara la pesca. Austeras y escasamente decoradas, el mobiliario original desapareció. Se conserva la silla de mano utilizada para su traslado, y una silla de madera especial –articulada- que le hicieron para sobrellevar mejor su gota.

En el lado izquierdo se encuentra el dormitorio; las paredes cubiertas con grandes cortinones negros en señal de luto; con la curiosa puerta de trazado oblicuo que permitía ver desde la cama el altar de la Iglesia. En la Iglesia algunas reproducciones de cuadros de Tiziano, los originales en el Prado. En el recorrido se aprecian parcialmente los dos grandes y bellos claustros del Monasterio, aunque no se pueden visitar.

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Accedemos  a la cripta, situada bajo el altar, para ver la escenificación y reproducción de los documentos en los que ordenaba como debía ser enterrado, la verdad es que no le hicieron mucho caso. En sus instrucciones dispuso ser enterrado con medio cuerpo introducido en la hornacina de piedra situada debajo del altar mayor. De manera que el cura que dijera misa “tuviera los pies encima de mis pechos y mi cabeza”.

Nunca llegó a ocupar el lugar que dejo preparado,  estuvo unos años enterrado detrás del altar mayor hasta que Felipe II ordeno su traslado al Panteón Real.

 Yuste-2 Un corto paseo por el bonito robledal que bordea el Monasterio, y desde donde aprovechando el desnivel, se aprecia el interior de la gran superficie tapiada que lo conforma. Buena huerta mantienen los Jerónimos.

Media mañana del sábado, seguimos nuestro camino. Aquí mismo, en la explanada del Monasterio,  parte una enrevesada carretera de montaña –con kilómetros de 2000 metros- que a través de Garganta la Olla y Piornal nos llevara al vecino valle del Jerte.

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