Paseos nocturnos

Noche de Brujas

El Minnewater en HDR

Inolvidables los paseos nocturnos por Brujas. Una de las cosas que más nos gusta en nuestros viajes es recorrer los lugares de noche. Por muy cansado que uno esté siempre merece la pena el esfuerzo. Con el aliciente de las máquinas digitales, es igual si es una compacta o una reflex, todas son unas “ametralladoras con visión nocturna”, que están muy lejos de aquellos tiempos en que necesitabas  llevar película de alta sensibilidad, y a ver lo que salía.

Si Brujas es bonita de día, de noche es una maravilla. Invadida  por los turistas que llegan a visitarla en una jornada, cambia de cara al atardecer y sus calles van quedando solitarias.

Tenuemente iluminadas, sus calles adoquinadas y antiguos edificios nos hacen sentirnos viajeros en el tiempo, en un retroceso de varios siglos.

Muchas de las mejores fotos de este viaje las captó el ojo mágico de la cámara en la cerrada noche de Brujas. La iluminación amarillenta sienta muy bien a sus calles.

Excepto una noche, en el que vimos un animado concierto de rock en la Plaza del Burg, el resto las calles eran nuestras. Así que, cámara en mano la recorrimos y fotografiamos.

Recordamos la tranquilidad de la Markt; el único sitio donde encontrábamos algo de gente. El cierre de las terrazas dejaba vacía la plaza.  A las 11 de la noche sólo los gatos y algún viajero transitan por sus calles. Los paseos por el Minnewater y el Beginaje –en la más absoluta soledad- fueron los mejores.

Una ciudad  tranquila,  en ningún momento sentimos inseguridad.

Las zonas de los canales son una “pera en dulce” para la fotografía nocturna. Con la iluminación muy ajustada y el agua, un espejo en el que se duplicaba el entorno.

Otros edificios fueron difíciles de fotografiar. El Belfort, excesivamente iluminado. O bien quedaban zonas oscuras, u otras reventadas por la potencia de los focos. La Markt –en general- estaba sobreiluminada.

Hubo que buscar distintos ángulos para llevarnos un recuerdo aceptable.

Es la mejor ciudad que he conocido para fotografiar de noche, hay mil rincones para disparar. A cada paso. Visitar Brujas y no recorrerla de noche es perderse la mitad de su encanto.