Vacaciones…

Bélgica y Holanda

Programamos unos días de vacaciones por Bélgica y Holanda. En total 9 noches, desde un viernes al domingo siguiente. Después de darle muchas vueltas las pasaríamos en las siguientes ciudades: 2 noches en Bruselas, 4 en Ámsterdam y 3 en Brujas.

Ámsterdam era el destino más apetecido y –por lo que había leído-, con más interés. Bruselas, el que menos me habían recomendado. Aquí estaríamos dos noches, una porque llegábamos  muy tarde – a medianoche-, y otra para dejar un pequeño margen y el día que nos desplazáramos a Ámsterdam podríamos rematar –si resultaba interesante- la visita. Las 3 noches en Brujas resultaron un acierto.

** Grand Place – Bruselas **

Dudábamos en la elección entre Brujas y Gante, y una vez conocidas, me quedo con la primera. Gante es mucho mayor –unos 400.000 habitantes- y a pesar de su magnífica zona histórica encontramos a Brujas con más encanto. Es recomendable pasar alguna noche en Brujas, con un ambiente muy diferente al trasiego turístico que tiene durante el día, y disfrutar del ambiente nocturno de estas ciudades medievales.

¿Como desplazarnos por Bélgica y Holanda? El tema planeaba mucha dudas. Comenzamos descartando el el coche, animados por los consejos de varios foros, donde leímos que no era nada recomendable por las dificultades de aparcamiento en las ciudades –sobre todo en Ámsterdam-. Así que nos animábamos a utilizar la eficiente red de trenes que tienen.

 

* * Viajando hacia Marken, paisaje Holandés **

Cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes; el tren te limita a unos horarios y trayectos, a tirar de la maleta.., ventajas: comodidad, no hay que aparcarlo, y  evitas conducir por carreteras con señalizaciones que no conoces.       

La mayor ventaja del coche: la autonomía que proporciona;   lo más temible, meterte en el centro de una gran ciudad, y a ver donde lo dejas…

Algunos mensajes del foro “los viajeros” relataban su experiencia con el coche en estos países,  y descubrimos los P+R (Park and Ride) parking vigilados a las afueras de las ciudades para dejar el coche y donde te facilitan billetes para el autobús, metro o tranvía que te llevará al centro de la ciudad (billetes de ida y vuelta).

Seguimos este hilo y la opción parecía muy interesante. En Ámsterdam, donde preveía la mayor dificultad y estaríamos más días, hay cinco P+R en  el perímetro de la ciudad. El precio es inmejorable –6 € al día-, limitados a un máximo de 4 días.  ¿Aparcar en la ciudad?, es mejor olvidarse, a 4€ la hora –en la calle- y con horario de 9 de la mañana a 12 de la noche ( máx. 3 ó 4 horas, no recuerdo bien). Aquí más información en inglés. 

Hay que tener la precaución de devolver el ticket que te dan para el transporte publico debidamente sellado por el uso. El sistema esta subvencionado y tiene este requisito (sino el precio es otro). Te dan tickets para un máximo de 5 personas. Solo el billete sencillo, de ida y vuelta, de 3  supera la tarifa que pagaras por el aparcamiento. Desde el P+R de Zeeburg a la estación central, apenas 4 paradas de tranvía y 10 minutos de viaje. Parecía una buena opción.

En Brujas no tiene perdida, el mismo sistema en un parking cubierto la lado de la estación central – a unos 15 minutos caminando del centro-, y a un precio de 2,5 € por día, incluido los billetes de autobús de ida y vuelta. Sistemas disuasorios, que favorecen el uso del transporte público, a precios más que razonables; y pensados con la cabeza…

Belfort en la Grote Markt. Brujas

Para los dos primeros días en Bruselas no buscamos nada. Llegábamos sobre las 12 de la noche de un viernes y no preveía grandes dificultades para aparcar el sábado y –llegado el caso- el domingo. Así fue. Exceptuando la zona más céntrica, las calles de Bruselas estaban desiertas como un día festivo. En Gante hay parking al lado de la estación de trenes. Intentar aparcar en la calle, o en un parking en el centro de estas ciudades, si es para muchas horas, es prohibitivo.

Finalmente alquilamos el coche a través de Booking Centre On Line –también recomendación de “los viajeros”-. El alquiler se realiza con Europcar, pero a través de este intermediario. Su precios –por lo menos en Charleroi-, son mucho mejores que en su página web. Un Renault Megane o similar (nos dieron un Altea) salía por 206 euros para 9 días.

Fue un acierto, así llegamos a nuestro aire a  Volendam, Marken, y Edam –Holanda-, y Amberes y Tournai –Belgica-. Lugares que realmente merecía la pena. Algunas poblaciones rurales –y sus alrededores- que en otro caso no nos habríamos planteado conocer…

Bueno, también conocimos Róterdam, –no estaba previsto-,  después de unas cuantas vueltas por lo que parecía ser el centro, perfectamente diseñado, ordenado y trazado, con sus carriles bicis, sus manzanas perfectas, sus edificios muy modernos  y todo muy de diseño. Paramos a preguntar donde estaba la ciudad antigua.

Respuesta:  ¿Old City?………….¡¡ Old City Bomb !!

Cagoenlaleche; si lo había leído !! Róterdam fue arrasado en la II Guerra Mundial… y se nos ocurre parar y preguntar por el casco antiguo… No se puede estar en todo.

Así que con el alojamiento y el transporte decidido comienza el viaje, desde Valladolid a Charleroi con Ryanair.  Salimos con casi una hora de retraso y esperando no tener problemas a la llegada, cerca de las 12 de la noche, para recoger el coche alquilado y llegar al hotel en Bruselas, como muy pronto a la 1 de la mañana.

Nos esperaban en Europcar para entregarnos el vehículo. Muy bien la chica que  nos atendió, pues hablaba español, y el trámite fue ágil. Conectamos el GPS y rumbo a Bruselas.

¡Que gran invento el lazarillo electrónico!. A esa hora prácticamente no había tráfico, se agradecía para acostumbrarse al vehículo y a la señalización. Con precaución para no rebasar los limites de velocidad, y con el mosqueo de que el GPS sonaba más que la campana de un monaguillo. Continuamente marcaba radares; están señalizados con pequeños carteles en la  carretera, y ante la falta de costumbre, difíciles de ver. Hay radares de velocidad, de semáforos, zona de radar móvil… sería la tónica de todo el viaje y acabas convencido de que lo más aconsejable es no superar la velocidad permitida.

Grand Place-Bruselas

Las carreteras, buenas; mejor en Bélgica que en Holanda, donde están mucho más saturadas y largos tramos de autovía están limitados a 90 km/h. En Bélgica siempre iluminadas y de tres carriles.

En el Hotel Noga –al lado de la Plaza de St. Catherine- nos esperaba un joven, más dormido que despierto; amablemente se esforzó por hablarnos en castellano. En cuanto nos dejó ubicados cerró la recepción y todos a dormir. Nos esperaba un largo recorrido por Bruselas.