Última estación

Tournai

Grand Place. La torres del Beffroi y de Notre-Dame

El último trayecto en las vacaciones sería el desplazamiento desde Brujas hasta el aeropuerto de Charleroi. Al planificarlas buscamos un destino alternativo para no volver a pasar por Bruselas –donde

estaríamos los dos primeros días-. En las guías encontramos interesante la ciudad de Tournai, el recorrido –en km.- era parecido que regresando por Bruselas. Así que nuestra última visita sería esta ciudad francófona, ya casi en la frontera, apenas a 10 km. de Lille.

Tournai es una antigua ciudad, con más de 2000 años de historia. En la edad media tuvo un importante papel económico y cultural. Hay algunos monumentos importantes, como Le Beffroi y la Catedral de Notre-Dame –declarados Patrimonio Mundial por la Unesco-, y uno de los monumentos arquitectónicos más importantes de Belgica.

Durante el siglo XV albergó importantes talleres de elaboración de tapices. En ellos se fabricaron monumentales tapices de estilo gótico solemne. Casualidades de la vida, apenas 3 semanas después tuvimos ocasión de ver una gran colección de tapices fabricados en Tournai, en el museo de Caramulo.

La ciudad sufrió grandes daños en la II Guerra Mundial, siendo reconstruida posteriormente.

Llegamos a media mañana del domingo. Ya lejos de los lugares turísticos que recorrimos los días anteriores, en Tournai se respiraba la tranquila vida de una pequeña localidad. Tan tranquila que aparcamos al lado de la Grand Place y nos damos un paseo por sus calles más cercanas.

En ellas se repiten unas curiosas casas, con la entrada en la esquina y achaflanadas, que son características de la ciudad.

Recorremos el exterior de la Catedral –la encontramos cerrada-, construida en ese tipo de piedra gris-azulada que se da en la región,  que ya vimos en algunos de los edificios de Gante.

Un bonito edifico con su imponente campanario de cinco torres que la hacen inconfundible. Una parte de él tapado por andamios debido a obras de restauración.

Nos dirigimos hacia el centro de la ciudad, la Grand Place, elegante plaza rodeada de edificios del siglo XVII, y rematada por Le Beffroi, torre de 72 metros de alta. Es el campanario más antiguo de Belgica, comenzó a construirse en el año 1188.

  Su nombre –Beffroi-, deriva de una antiguo termino alemán, que significa “lo que mantiene la paz, la seguridad”.

Torre comunal testigo de muchas vicisitudes históricas de la ciudad. La última, el 3 de septiembre de 1944, cuando miembros de la resistencia enarbolaron la bandera nacional que anunciaba la liberación de la ciudad.

En la plaza antiguos edificios, un buen lugar para dar un tranquilo paseo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tournai. Grand Place.

Sentados en una de las terrazas, vemos como un grupo de niños se divierte con las fuentes de la plaza.

El más pequeño, queriendo participar de las carreras de los mayores, y huidas del agua cuando empezaba a salir por los surtidores del suelo, acaba hecho una sopa. Empapado se lo lleva su padre en brazos, con una gran rabieta, se lo estaba pasando muy bien.

En la Grand Place de Tournai, entretenidos con los juegos de los niños,  nos despedimos de la excelente cerveza. Bélgica es el paraíso, con una variedad inabarcable, disfrutamos de ellas todo lo que pudimos estos días del verano.

Apuramos la cerveza; el cielo azul deja paso a una nubes plomizas que oscurecen el mediodía. Comienzan a caer unas gotas que nos despiden de Tournai, y de 8 días de vacaciones conociendo, un poquito, de Belgica y Holanda.

 

Beffroi. Tournai