Museo de Caramulo
Atracción cultural y turística de la localidad, el Museo de Caramulo muestra unas interesantes colecciones. Formadas por una pequeña exposición de juguetes, muchos de ellos relacionados con el motor –coches y otros vehículos a escala-, así como unos cuantos “ejércitos” de soldados en miniatura pintados a mano. La parte más interesante es la dedicada al arte y a los automóviles.
El museo nace del impulso de los hermanos Abel y Joao de Lacerda, hijos de Jerónimo Lacerda, director del Sanatorio de Caramulo e impulsor de la modernización del pueblo. Su interesante historia se relata perfectamente en esta página del museo. Abel murió trágicamente, con apenas 36 años, y Joao supo continuar con el dinamismo de sus ideas, hasta concretar la construc ción del museo de arte, y en un edifico adyacente el de automóviles antiguos.
Edfor (1937)
Como lo teníamos enfrente del Hotel Do Caramulo, el domingo a las 10 de la mañana; y previo pago de los 7€ de entrada nos disponemos a recorrerlo. Durante un par de horas largas disfrutamos de la colección de arte – escultura, pintura, cerámica y tapices-. Las obras abarcan desde la época romana hasta cuadros de Picasso y Dalí.
En la web del museo nos resumen las piezas y firmas que componen esta excelente colección. No hay fotos, en esta zona esta prohibido filmar.
MG Canelas (1952)
Como exposición temporal-situada en el mismo edificio que la colección de arte- vemos una serie de vehículos antiguos con el denominador común de haber sido fabricados en Portugal.
Vehículos de escasa tirada, algunos un único ejemplar, que relatan la historia del automóvil entre los años 1930 y 1955, donde la impronta de algunos apasionados les llevaba a fabricar los vehículos de sus sueños, muchas veces con el fin de competir en las celebres carreras en “rampa” de la época; como la “Rampa do Gradil”, o la “Rampa da Pena”.
Artesanales, innovadores, deportivos, elegantes; algunos primos hermanos del coche de los Picapiedra, con chasis tubulares a través de los que se ve el suelo.
Productos de una época donde “la fabrica” era una fundición; pero capaces de alcanzar velocidades cercanas a los 200 km/h, que no esta nada mal para los materiales de la época. De las carreteras es mejor no decir nada. Pilotos que corrían tras un sueño, que, para ellos y muchos de estos vehículos, acabó con la II Guerra Mundial. Una bonita colección de coches e historias de pilotos y artesanos portugueses.
Cruzamos la calle al edificio del Museo de Automóviles, esta perfectamente preparado para que los coches puedan entrar y salir de en con facilidad, en cualquiera de sus dos plantas.
Una de las características de todos los vehículos que aquí se encuentran –y que le han dado prestigio y fama- es que están perfectamente restaurados y en una condición mecánica impecable. Siguen siendo utilizados en eventos, rallyes y recorridos de clásicos.
Como se puede ver con algunas de las fotos, la mayor parte son modelos que darían el máximo prestigio a cualquier colección. Algún ejemplar único y varios casi únicos. Coches míticos de colección de las marcas Hispano Suiza, Pegaso, Mercedes, De Dión, Packard, Bugatti, Ferrari, y por supuesto, Rolls.
De Dion (1905). Modelo único, a principios de siglo De Dion era la mayor fábrica de Europa, con más de 3.000 empleados.
Rolls-Royce - Silver Ghost 1911 – El “fantasma plateado” se produjo durante casi 25 años. Es el modelo de colección más apreciado y deseado. En sus inicios fabricaban el motor y el chasis, el coche fue carrozado en Portugal.
65 coches, ejemplares escogidos que representan las historia del automovilismo. Desde un Benz de 1886 hasta el Porsche 928 del año 1989. Coches antiguos y modernos, algunos transporte popular, com o el Ford T –con el se inicio la colección-; exclusivos como el Lamborghini Miura; de competición pura, representados por un Mercedes AMG Clk y un Lola participantes en las 24 horas de Le Mans.
Bugatti.-Dos Bugatti 57, de 1936 y 1938. Motores de 8 cilindros y 3.257 c.c. Clásicos exclusivos y deportivos, con una línea elegante, con ese capó afilado que nunca pasara de moda. Bellísimos ejemplares, impecables –como todos-, los más bonitos del Museo.
Rolls Royce . Phamtom III (1937). Otra de las estrellas del Museo. El Rolls más avanzado que se fabricó en toda su historia. 710 ejemplares. Con un motor de 12 cilindros en V y 7.340 c.c. en bloque de aluminio. Vehículo histórico y con historia. Comprado en 1957 para llevar a la Reina Isabel II en una visita que hizo a Portugal, también se utilizo para transportar a Eisenhower (1960), y a los Papas Pablo VI (1967) y Juan Pablo II (1982).
Historia de Portugal. 3 automóviles de Salazar. A la izquierda el Chrysler –que apenas utilizó-. Abajo, el Cadillac, con un antiguo motor V8 de 5675 c.c.; que usó habitualmente durante 23 años, pero conservado en un estado excepcional.
Debajo de estas líneas una joya, con apenas 10.000 Km. Mercedes-Benz Grosser de 1937 –blindado, 4.000 kg de peso-. Fue adquirido sin consultarle y siempre rechazó este automóvil, temía que se pensara que era “un presente de Hitler” . Permaneció guardado 17 años y se subastó en 1.955. Joao Lacerda lo “descubrió” en 1956 y fue adquirido para el Museo.
Historia del automóvil… y de Portugal
Hispano Suiza.- Los mejores coches que se han fabricado en España. No falta un ejemplar de estos cotizados vehículos en Caramulo.
Pegaso Z 102. Motor V8 de 2.814 c.c. El único deportivo que se ha fabricado en España y alcanzó la categoría de mito.
Ya era un vehículo de colección durante su producción. Entre 1951 y 1954 se fabricaron 84 vehículos de los que se conservan 67. En el museo de la automoción de Salamanca se pueden ver 2 ejemplares. Este es un regalo de Franco al presidente portugués Craveiro Lopes cuando visito España en 1.953.
Mercedes Benz 300 SL. Popularmente llamado “alas de gaviota”. Sus puertas abren hacia arriba ya que el chasis tubular ocupa los laterales del vehículo. Se produjeron 1.400 ejemplares entre 1.954 y 1.957, y es uno de los más perseguidos por los coleccionistas.
Superdeportivo, un pepino con 240 cv. y velocidad máxima de 250 Km/h.
Su diseño, de gran belleza plástica, lo ha hecho uno de lo coches de colección más cotizados y perseguidos.
Lamborghini Miura (1971). El deportivo pura sangre. Su diseño dio lugar a la aparición de una nueva categoría de coches: los superdeportivos.
Prestaciones radicales: 385 cv y 290 Km/h de punta.
El primer coche con motor central, diseñado con una estructura muy rígida y ultraligera, algo que era nuevo en los vehículos de esos años.
Hasta entonces los deportivos parecían coches de calle no las máquinas que vemos hoy en día, parecen escapadas de un circuito.
Como ejemplo este bonito Ferrari, muy lejos de los diseños radicales actuales.
Abajo, el Mercedes CLK de 1.998 que participó en las 24 horas de Le Mans.
Con el Lola del 2.005 –también participante en las 24 horas- son los dos coches más modernos de este magnifico museo de Caramulo.
Una selección de vehículos de gran categoría, bien conservados, con los que cualquier aficionado disfruta durante unas horas de más de 100 años de “arte en movimiento”. Los coches, el museo de arte y el hotel que hay enfrente justifican sobradamente la visita.
Si es en estas fechas, todavía mejor. Del 4 al 6 de Septiembre celebran el Motorfestival Caramulo. Con exposición de vehículos, feria, rallye de clásicos y como no, “la rampa de Caramulo”, carrera de subida en cuesta. El fin de semana es la capital de la península ibérica para los aficionados a los cásicos. … Lo tendremos en cuenta para el próximo año.
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