martes, 23 de marzo de 2010

La Venecia de Vivaldi

El enigma Vivaldi

Antes del viaje a Venecia había leído esta novela. Entretenida sin más, la historia es ligera y el final más Pieta bien flojo. Pero me atrajo con la mezcla de aspectos históricos –los más; como la vida y obra de Vivaldi-, con otros ficticios –por ejemplo la secta Fraternitas Charitatis , utilizada en la trama para relacionarla con El Temple-; y el transcurso de la acción en la Venecia actual, identificando calles y edificios.

Fachada de la Pietá

La trama transcurre entre dos épocas. El siglo XVIII a través de la obra de Vivaldi y su larga relación con el Ospedale della Pietá; y  la época actual de la mano del protagonista, un joven músico  cordobés -Lucio Torres- que viaja a Venecia para asistir a unas jornadas musicales y con la ilusión de conocer la ciudad natal de Vivaldi, su ídolo musical . Durante unas semanas se hospeda en la pensión Bucintoro, y se enamora de María,  la hija de la dueña.

La admiración de Lucio por Vivaldi, el acceso a un antiguo archivo y el conocimiento de la historia de su ciudad que aporta María, van dando forma a la novela donde se  mezcla la historia de Vivaldi y de la Pietá, con el descubrimiento de una antigua partitura atribuida al músico–que oculta una clave secreta-, y los sentimientos que surgen entre los dos jóvenes.

Antonio Vivaldi, el protagonista de la historia, era veneciano de nacimiento. Sacerdote católico y pelirrojo fue conocido como “il prete rosso” (el cura rojo). Su inclinación hacia la música era mucho mayor que hacía sus deberes religiosos y consiguió ser dispensado de la obligación de decir misa por motivos de salud.

Estuvo ligado durante más de 30 años al Ospedale della Pietá, orfanato para niñas de su ciudad y escuela musical de gran prestigio. Comenzó como maestro de violín con solo 25 años, cuando su fama Placa Vivaldi ya era mucha; más que como compositor, como virtuoso del violín. Estaba considerado el mejor interprete de su época.

Lateral de la Pietá. Reconocimiento a Massari y Vivaldi por la acústica lograda en la iglesia, una de las más perfectas ”…la tradición que recuerda la genial intuición y buenos consejos de Antonio Vivaldi. Con agradecimiento”.

Esta institución benéfica recogía niñas abandonadas o huérfanas, y en ella permanecían durante toda su vida si no contraían matrimonio. El Ospedale proporcionaba hogar y estudios.

A finales del siglo XVII y principios del XVIII la escuela musical y el coro tenían un gran renombre en Europa. Familias adineradas pretendían introducir en él a sus hijas, a veces haciéndolas pasar por ilegítimas. En una de sus paredes, todavía hoy, se puede ver la centenaria placa que advertía contra estos procedimientos.

Placa Ospelade

Vivaldi escribió gran parte de sus obras de forma expresa para las niñas del Ospedale, y rediseño algunos instrumentos musicales para adaptarlos a su uso por mujeres que padecían deformidades físicas –posiblemente la causa de su abandono-. Las chicas elegidas para el coro desarrollaban un gran talento musical, eran capaces de tocar varios instrumentos musicales y tenían excelentes voces. El reconocido prestigio de la orquesta y el coro hace que  a sus conciertos asistan los aristócratas de la ciudad y sus actuaciones proporcionan importantes ingresos a la institución.

A pesar del reconocimiento alcanzado en sus mejores años, Vivaldi acabó sus días  en Viena acogido en casa de la familia Satler, sumido en el abandono y la pobreza. Fue el comienzo de una larga época de ostracismo sobre su vida y su obra que duraría hasta el siglo XX.

Casi sin quererlo encontramos en estos días pasados en Venecia muchos de los sitios que recorre la novela, situados en el entorno de San Marcos; alguno un poco más lejos, como la Basílica de San Giovanni y San Paolo, parte importante de la trama del enigma.

Siguiendo el paseo por la orilla de San Marcos, en la Riva degli Schiavoni, llegamos a la Iglesia  y  Ospedale della Pietá. La estrecha bocacalle que se inicia a su derecha se adentra por las enrevesadas calles del Sestiere del Castello.

Metropole Esta calle -La Pietá- separa la fachada de la iglesia del hotel Metropole, antiguo  y prestigioso establecimiento veneciano. Un clásico,  5 estrellas de lujo  con afamado restaurante ajardinado –2 estrellas Michelin-. Su buffet es lugar habitual de reunión de los protagonistas de esta Bucintorohistoria. Con buenas vistas sobre la laguna veneciana – enfrente la punta de la Dogana y San Giorgio Maggiore-, los bancos que hay delante siempre están muy concurridos de paseantes descansando y disfrutando del paisaje.

Seguimos por el turístico paseo que bordea la laguna hasta la Riva de San Biagio, haciendo esquina con la Fondamenta del Arsenal encontramos el hotel Bucintoro; en la novela pensión donde reside el protagonista.

Prácticamente enfrentado con San Giorgio Maggiore, en uno de los puntos más cercano a la isla. Desde aquí, hay al atardecer una bonita vista de la Basílica, a contraluz, con el sol reflejado en la laguna veneciana.

StaMaria No faltó la visita a la Iglesia Dominica de San Giovanni y San Paolo (San Zanipolo en dialecto veneciano), por desgracia ya de noche, nos quedamos con las ganas de ver el magnifico interior que Zanipolo posee. Es el autentico Panteón veneciano, con más de 20 monumentos funerarios de diversos Dux. Alberga importantes obras de El Veronés y de Giovanni Bellini. El políptico de San Vicente Ferrer de Bellini forma parte de la clave secreta de la novela.

A la derecha de la fachada, sobre el pedestal blanco, la estatua ecuestre del Condottiere Bartolomeo Colleoni, obra de Verrocchio. La estatua de bronce ya era famosa en su época. Los cronistas del siglo XVI narran como los venecianos acudían en masa a contemplarla.

La historia de esta obra refleja el espíritu comercial veneciano. Colleoni cedió toda su fortuna a la Republica, con la condición de levantar en su honor una estatua en San Marcos. Los venecianos aceptaron para no perder el dinero; aunque se planteaba una futura  situación difícil de resolver: ni siquiera los Dux estaban autorizados a erigir monumentos en la Plaza de San Marcos. A la muerte de Colleoni cumplieron su palabra: encargaron a Andrea del Verrocchio la construcción de una estatua ecuestre delante de San Marcos…  mejor dicho de la Scuola de San Marcos. Su fachada se ve en las imágenes a la izquierda de la Iglesia.

Zanipolo1 Zanipolo3

Imposible visitarla, hay tantas cosas que ver que en unos días no da tiempo a todo. Esta Iglesia y Ca´Rezzonico son algunos de los lugares que nos quedamos con ganas de conocer más detenidamente. Una buena disculpa para volver…

Resultó muy complicada fotografiarla, en consonancia con el resto de Venecia. De noche la iluminación es muy escasa, por no decir que las calles están medio a oscuras. No es una ciudad propicia para la fotografía nocturna, a no ser que uno vaya dispuesto a cargar con trípode, disparador y demás artilugios imprescindibles para hacer largas exposiciones.

En este sentido recordé Brujas, donde se podían obtener unas fotos nocturnas estupendas. Aquí, entre una oscuridad casi total, más algún farolazo que se interponga entre nosotros y el edificio a fotografiar, resultó difícil obtener imágenes nocturnas que fueran  aceptables -por no decir malas-.

image

El enigma Vivaldi

Editorial Radom House Mondadori

Best Seller De Bolsillo, 602. - 368 pág.

Autor: Peter Harris. Supuesto autor americano. En realidad el alias del escritor e historiador cordobés José Calvo Poyato.

2 comentarios:

  1. Evocador lugar de San Giovani por la noche.
    Venecia lo mejor de todos mis viajes

    ResponderEliminar
  2. ... y las solitarias calles y canales que lo rodean, no habia un alma.

    Nos falto verlo de dia y visitar el interior, que por lo leido, deber ser magnifico.

    ResponderEliminar