La ciudad amurallada
El símbolo más reconocible de la ciudad: La Muralla romana
Primeros de Marzo, comienza a mejorar el tiempo y pasamos el fin de semana en Lugo. Varias veces caímos por esta ciudad, siempre de paso, ahora vamos con más de tiempo.
Llegamos a media mañana y nos instalamos en el hotel Exe Puerta de San Pedro. Bien situado, a un paso de la puerta de la muralla del mismo nombre.
Plaza Mayor
Lugo es una ciudad tranquila, muy tranquila. Los mayores atractivos para el visitante se concentran en la zona amurallada y su entono.
La muralla romana de Lugo delimita el casco histórico. Conservada excelentemente, fue declarada en el año 2000 Patrimonio de la Humanidad. Al parecer es la única en el mundo que conserva todo su perímetro. Durante más de 17 siglos ha resistido a barbaros, musulmanes y algún alcalde.
Con algo más de 2.200 metro de longitud el paseo por el adarve es imprescindible. Desde la altura tenemos otra perspectiva y algunas de las mejores vistas de la ciudad. El recorrido por las alturas lo hacemos de noche y dura lo que quiera el paseante, los tramos entre los accesos son cortos, en la penumbra tiene su encanto.
En su interior se concentran los principales monumentos, el comercio tradicional más interesante, una buena zona de terrazas, en la Plaza Mayor y calles cercanas, y la típica zona de vinos y tapas.
Paseamos sin rumbo por sus calles y nos acercamos a visitar la Catedral de Santa María. Exteriormente llama la atención su imponente fachada principal y el bonito rincón que forman el exterior de la capilla de l a Virgen y la torre vieja. Aquí fotografiada de noche:
Abajo, la fachada principal de la Catedral
La catedral esta levantada en una mezcla de estilos, si bien predomina el románico. El interior no tiene mucho atractivo. Es una gran mole con pocos espacios abiertos. Destaca el coro, es la única catedral gallega que lo conserva en la nave central.
Plaza do Campo
Adyacente al histórico templo encontramos las calles de la Rúa Nova y la Plaza do Campo. Las estudiamos y recorrimos con inusitado entusiasmo. Plagadas de bares y restaurantes son el lugar ideal para tomar el pulso al ambiente lucense. Nos sorprenden agradablemente las tapas que nos ofrecen, en la mayoría de los establecimientos la consumición viene acompañada de dos tapas: una fría y otra caliente.
El sol aprieta con ganas y nos quedamos a comer en la plaza del Campo. La pequeña plaza porticada tiene un encanto especial. Cruce histórico donde confluían algunas de las principales calles de la ciudad romana.
En medio la fuente de San Vicente Ferrer, con el escudo del Obispo Izquierdo, impulsor de obras importantes para la ciudad. Entre ellas, la traída de agua que hasta aquí llegaba y que dio origen a una coplilla popular:
Ya que para los brindis
materia estás ofreciendo,
a tu salud, Izquierdo, beba Lugo,
y mientras beba Lugo, viva Izquierdo
Aquí nos instalamos, en una de las terrazas, a disfrutar de la comida y el buen ambiente que se respira.
Por la noche regresamos a la zona, siempre animada y con oferta gastronómica para todos los gustos. El mejor lugar para saborear vinos y tapas.
Me has traído a la memoria los cinco años que viví en Lugo. El encanto de las calles de la ciudad amurallada. Imagino que leerías el cartel de la entrada de la ciudad: "Y para comer Lugo".
ResponderEliminarBonitas fotos.
Saludos
Me alegra saber que las imagenes del post te han traido buenos recuerdos de Lugo. Si, vi el cartel -es bien grande- antes de llegar a ella.
ResponderEliminarComo bien dices la ciudad tiene encanto, la encontramos bien cuidada en estos tiempos que corren . Sus calles y ambiente invitan a una vida pausada, bien acompañada por los vinos y la cocina gallega. Esto último que no falte.
konico, saludos y gracias por comentar