El Duero, un poema geológico
Así describió Miguel Torga, poeta portugués nacido Tras Os Montes, la vista del Duero que ofrece el mirador de San Leonardo de Galafura. Uno de los mejores sitios para contemplar la inmensidad de este paisaje.
Aunque no lo parezca, hay rio
A media mañana del domingo –9 de Diciembre- el mirador parece estar más cerca del cielo que de la tierra. A nuestros pies el valle del Duero; donde el rio apenas se intuye oculto por la niebla que todas las mañanas navega por la superficie.
La vista desde las alturas de San Leonardo trae a la memoria las palabras con las que Saramago describió este paisaje de profundas gargantas trabajadas, metro a metro, por la mano del hombre. Convertidas en bancales para sustentar miles –millones- de viñas.
…Después, vino el hombre y empezó a fabricar tierra. Desmontó, batió y volvió a batir, hizo como si desmigajase la tierra en las gruesas palmas de la mano, usó el mazo y el azadón, apiló, formó muros, kilómetros de muros, y decir kilómetros sería decir poco, miles de kilómetros, sin contar todos los que por el país fueron levantados para sostener la viña, el huerto, el olivar”
(Viaje a Portugal - J. Saramago)
Peso da Regua, desde el Delfim Douro
En el Douro portugués se disfruta de unos amaneceres impresionantes. Aunque el invierno no es el mejor momento he puesto el despertador para echar un vistazo desde la terraza del hotel Delfim Douro. Enfrente, separados por el rio, esta Peso da Regua, la capital del vino de Oporto.
La noche anterior vimos chispear las luces de la ciudad y el cielo estrellado, pero la mañana nos regala la típica niebla pegada al rio, sin visibilidad a 50 m. Guardo la cámara pera mejor ocasión, vuelvo a la cama dudando si la niebla tan densa despejará a lo largo de la mañana o tendremos que conformarnos con un día nublado y frio de invierno, en un lugar donde el mayor atractivo es el paisaje.
Hay suerte; después del desayuno, poco a poco, queda a la vista Peso da Regua y el bonito paisaje que nos rodea.
Viendo que el día se presenta esplendido vamos a realizar el corto trayecto que hay desde Peso da Regua hasta el mirador de San Leonardo de Galafura, apenas 25 Km.
Desde el mirador, los montes cercanos al Duero
Salimos del hotel hacia Regua, hacemos una breve parada, intentando -una vez más- encontrar algo en esta anodina población a la que no acabo de coger el punto. No le veo más encanto que su situación a pie del Duero y ser una de las bases para el turismo que se mueve por la zona. Es domingo y no hay mucho que pintar, seguimos la ruta prevista.
El trayecto discurre por una estrecha carretera que va trepando un monte tras otro. Se circula bien y la ausencia de tráfico y de prisa –por nuestra parte- nos permite disfrutar del paisaje que ofrecen los montes y aldeas que atravesamos. A lo lejos se suceden los grandes viaductos de la autovía hacia Vila Real, una gran obra para salvar este terreno.
Ermita de San Leonardo
El mirador está situado en una zona ajardinada y acondicionada como merendero, aparcamiento incluido. La pequeña ermita de San Leonardo es protagonista –en Agosto- de una romería a la que acuden muchos vecinos de los pueblos cercanos.
Subimos a la parte más alta, un vértice geodésico nos recuerda que estamos en una de las mayores alturas de la zona. A ambos lados una vista espectacular.
Sobre el Duero, una gran masa de niebla oculta el curso del rio, solo se dejan ver las cumbres de los montes y algunos viñedos.
Hacia el oeste, más despejado, los montes salpicados por los pequeños pueblecitos que acabamos de cruzar.
Nos quedamos embelesados viendo como la niebla se va diluyendo ante nuestros ojos a medida que calienta el sol. Todo un espectáculo natural.
Un paseo por la zona de la ermita, donde no faltan las velas encendidas que dejan los devotos del santo.
Varios paneles con los típicos azulejos portugueses recogen las palabras de Miguel Torga, el médico de Tras Os Montes que tanto amó y tan bien describió estas tierras.
Un último vistazo. Desaparecida la niebla, desde las alturas de San Leonardo de Galafura, se dominan estas tierras que sustentan viñedos inabarcables, paisaje singular solo roto por caminos y pequeñas carreteras que llevan a las quintas.
Apenas media docena de pueblos cuelgan de las laderas dominadas por la geometría de los viñedos y terrazas. Prodigio natural que engloba a más de 25.000 hectáreas donde se produce unos de los mejores vinos del mundo desde hace 250 años.
Aquí arriba, las palabras de Torga son la mejor despedida: …No es un panorama que los ojos contemplan: Es un exceso de la naturaleza… Un poema geológico. La belleza absoluta.
Panorámicas desde S. Leonardo de Galafura.
Arriba, hacia el Duero. Abajo, el paisaje hacia el interior
PESO DA REGUA – MIRADOR DE SAO LEONARDO DE GALAFURA
Excelente reportaje. Las fotografías preciosas.
ResponderEliminarGloria,
ResponderEliminarMe alegra saber que te han gustado las fotos y el post.
Saludos y gracias por comentar