domingo, 31 de mayo de 2009

Gas Gas 200

… Y así suena la Gas Gasssssssss

 

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Ya le han caído 1.500 Km. y las impresiones son muy diferentes a las de los primeros días. Entonces era una “burra indomable” y ahora es superdivertida.  Con mucha paciencia –el mejor consejo que he leído- se le va cogiendo el aire a la moto de enduro.

En plan relativamente tranquilo por los caminos, aunque se nota que no es su ritmo natural, el motor tiene otro tirón cuando se le aprieta el gas.

Un lujo las salidas al campo esta primavera. Estos días se ha convertido en verde, amarillo y morado;  con las recientes lluvias apenas hay polvo.

Con el móvil de “cámara on board” – que invento, sirve para todo- un par de videos con el sonido primaveral de este “pepino de campo”. Sube el volumen y gasssssss.

 

Paseo con la Gas Gas 200
Gas Gas 200. Mayo 09

lunes, 25 de mayo de 2009

Texturas urbanas

Copenhague,  fotos

Los paseos por Copenhague nos dejaron, en el recuerdo, y en la cámara,  imágenes curiosas, contrastes,  y el reflejo de la vida cotidiana de la ciudad.

Asombrosos contrates arquitectónicos, que nos impactan antes de poner el pie en tierras danesas. El primero con la visión desde el aire de la autopista que cruza el estrecho de Oredsun hundiéndose en el mar. Ingeniería de ciencia ficción.

En la ciudad  modernos edificios de indudable belleza, en contraste con construcciones centenarias. Aquí quedan algunos de esos lugares,  imprescindibles para el visitante que se acerca a conocer esta tranquila ciudad danesa.

Cph_abr_09 034_1024x682 Reflejos en el Black Diamond

El Diamante Negro –ampliación de la Royal Library-. Cristal y granito negro (Absolute Black) de Zimbabwe, pulido en Italia. Anexo moderno de la Biblioteca Real, establecida en un edificio de 1606, en una bonita y privilegiada ubicación en el Canal de Christianhanv.

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No sólo es la mayor biblioteca de Escandinavia, sino un moderno centro cultural con salas de exposiciones, auditorio, librería, restaurante y una magnifica terraza al lado del canal. La fachada, ligeramente inclinada hacia el canal refleja la luz y el agua en un juego de destellos espectacular.

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Al otro lado del canal modernos edificios de oficinas alineados con los antiguos almacenes del puerto de Copenhague. Al fondo nos encontramos el CPH Living, un hotel flotante para los que busquen un alojamiento diferente en el centro de Copenhague.

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Estamos en la zona de Christianhanv, un islote en el centro  de Copenhague rodeado por canales y donde se encuentran algunos de los edificios más interesantes. Una pequeña zona, apenas unas calles,  que merece ser recorrida al detalle.

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Gran parte de su superficie esta ocupada por los edificios y jardines del Christiansborg Slot (Palacio de Christiansborg) Antigua residencia real y hoy sede del Parlamento Danés. El Palacio está rodeado por otras dependencias, entre ellas las gigantescas caballerizas reales, que estaban en obras.

Muy cerca del Palacio, al borde de un canal,  el llamativo edificio de la Bolsa, con su tejados verdes de cobre y la famosa torre formada por las colas entrelazadas de cuatro dragones.

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-Edificio de la Bolsa

En la zona de la Stroget, y sus calles adyacentes,  se concentran muchos de los puntos de interés para el viajero. Comenzando por la oferta comercial, donde nuestros euros valen muy poco al transformarlos a coronas danesas.

Al comienzo de la Stroget  encontramos la curiosa tienda de pipas de Paul Hansen con más de 2000 tipos de pipas y 400 tipos de tabaco diferentes.

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Paul Hansen, el paraíso de los aficionados a las pipas.

Dejamos la Stroget a nuestra derecha y nos acercamos hasta la Iglesia de Nuestra Señora, actual Catedral de Copenhague. De estilo neoclásico, es la sede de la diócesis luterana. En su interior, muy sobrio, destacan las la esculturas que realizó  Thorvalsend, una serie que comprende las imágenes  de Jesucristo y los doce apóstoles.

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-Interior de la Catedral de Copenhague

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Contigua a la Catedral, la fachada de la antigua Universidad de Copenhague

Nos vamos acercando a la Kobmagergade, animada calle peatonal repleta de comercios. Sus bocacalles ya nos dejan ver los cercanos jardines de Palacio de Rosenborg.

En esta calle veremos la Torre Redonda (Rundetaarn), que forma parte de la Iglesia de la Trinidad. Fue promovida por Christian IV, tal y como queda reflejado en la inscripción –junto con un jeroglífico- que la adornan. Fue el primer observatorio astronómico europeo, y sigue en funcionamiento; desde el año 1642.

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La torre, a la que se accede directamente desde la calle, es accesible hasta su terraza superior subiendo por su original rampa en forma de caracol, de más de 200 metros de longitud, que da siete vueltas y media a la torre.

Como no podía ser de otra manera, algún personaje de la realeza  subió por ella a caballo.

Desde lo alto hay una bonita vista de los tejados del  antiguo Copenhague.

 

La última mañana en Copenhague la dedicamos a recorrer el entorno del canal de Christianshavn.  Una Cph_abr_09 613_512x768 zona tranquila donde observamos la vida cotidiana de los  habitantes de un barrio de Copenhague. El canal esta lleno de barcos de todo tipo, antiguos y modernos. Muchos son viviendas permanentes, en un privilegiado lugar, y vemos a sus moradores ocupados en  tareas de mantenimiento de la embarcación, o sentados tranquilamente al sol en la cubierta.

No queríamos irnos sin ver la Iglesia de Nuestro Salvador. Es una imagen característica de la ciudad con su torre  rodeada por una escalera exterior que llega casi hasta la cúspide.

Fácilmente localizable,  su torre en espiral es visible desde muchos puntos por su gran altura. Llegamos con ánimo de visitarla, pero desgraciadamente esta cerrada por una gran obra de restauración que se hace en su interior. No podemos subir a su torre, desde la que hay unas magnificas vistas, y  habíamos leído la terrible sensación que parece sentirse al ascender el ultimo tramo, por la parte exterior de la torre, muy estrecha y que  provoca  vértigo. Nos quedamos con las ganas…

Cph_abr_09 617_1024x682 De haber encontrado abierta la Iglesia no habríamos dispuesto de tiempo para más visitas. Al no ser Cph_abr_09 612_1024x682posible, imágenes como la siguiente nos hicieron caer en la cuenta de que estábamos cerca de Christiania,  experimento social de los años sesenta

Siguiendo la cirila: A la Ciudad Libre de Christiania.

A escasos 300 metros de la Iglesia encontramos una de las entradas, y llenos de curiosidad nos disponemos a dar un paseo por el entorno. Por unos minutos vamos a abandonar la Unión Europea y adentrarnos en este extenso barrio, que ocupa una de las orillas del puerto, y que es autogobernado por sus residentes –unos 1000- con un estatus semilegal de comunidad independiente.

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Esta historia comenzó hace más de 30 años, con la ocupación de unos antiguos barracones de un abandonado cuartel militar y  allí siguen.

Christiania se organiza en torno a una calle central, la única que encontramos a tramos asfaltada, y el resto caminos de tierra. En esta calle central hay algunos bareCph_abr_09 620_1024x682s, tiendas, salas de exposiciones, y las mesas donde se venden las “hierbas aromáticas” y otras especies. Están prohibidas las drogas duras, y el  resto se vende libremente y sin restricción. La zona estaba bastante animada, con la gente a  su rollo. Unos trabajando en sus casas – las hay de todos los aspectos y estilos- desde poco más que una chabola, o una roulotte acondicionada, hasta otras con aspecto de una buena –y espaciosa- vivienda.  Una gran tienda de bicis, mucho artilugio reciclado y unos agradables caminos rodeaos de verde por los que dar un tranquilo y solitario paseo por la orilla del puerto.

A pocos metros de la entrada, grandes y repetidos carteles te indican que no hagas fotos en el interior Cph_abr_09 626_1024x682del recinto. Me parece muy respetable. Cada uno puede vivir como quiera sin tener por que convertirse en un mono de feria. Así que las escasas imágenes están tomadas antes de adentrarnos en ella.

Tras el paseo por Christiania, regresamos a la Unión Europea. Esta liviana puerta separa dos mundos completamente diferentes.

La influencia del barrio se extiende por los alrededores: muchos grafitis, diversa cartelería anunciando  eventos culturales en las paredes. y en un cercano instituto una imagen chocante, era la hora del recreo y muchos de los estudiantes estaban subidos a los arboles.

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Estudiantes subidos a los arboles en la hora del recreo.  Carteles urbanos

De los largos paseos quedan también imágenes de la relajada vida que algunos jóvenes - y otros no tan jóvenes-  llevan en Copenhague:

Cph_abr_09 594_1024x682 Por los canales de Copenhague, remando…

Cph_abr_09 650_1024x682… Dándole caña a la motora delante del Black Diamond

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…o la sacrificada vida del estudiante, rendido al sol implacable

…Copenhague; un buen sitio para vivir.

sábado, 16 de mayo de 2009

Atracciones centenarias

Una tarde en El Tívoli

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En el centro de Copenhague encontramos uno de los  parques de atracciones más antiguo del mundo. Inaugurado en 1843, tiene encima la friolera de más de 160 años…, y sigue conservando intacta su entrada original. La observación de su fundador:  “cuando el pueblo se divierte, no piensa en la política”, convenció al Rey Cristian VII de lo oportuno que resultaría la cesión de los terrenos en los que se asienta.

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Cph_abr_09 412_1024x682Situado al lado del Ayuntamiento (Radhus) de la ciudad y de la estación central, recibe la visita de más de 4 millones de personas. Parece ser un lugar muy apreciado y querido por los habitantes de la ciudad.

Previo pago de 85 Coronas –precio de la entrada normal- o de 240 Kr por el pase para entrar y disfrutar  de todas las atracciones nos disponemos a descubrir los Jardines del Tívoli. Si pretendemos subir a la mayoria de las atracciones hay que decantarse -sin duda- por el forfait diario, los tiques para cada atracción nos saldrán mucho más caros.

Hotel Nimb

La primera impresión es bastante diferente a la que nos proporcionan los modernos parques de atracciones. El Tívoli aparenta ser bastante más tranquilo y nos sorprende la gran cantidad de personas mayores (en su mayoría daneses), que a lo largo del día veremos en el parque. Parece ser que parte de su popularidad e integración entre los habitantes de la ciudad se ha conseguido con unas tarjetas con las que pueden acceder todo el año (e incluso llevar a algún visitante), así que al contrario de lo que estamos acostumbrados, veremos mucha gente que entra simplemente a darse una vuelta, disfrutar de una bebida en sus terrazas, o a comer y cenar en los múltiples restaurantes. El ambiente es diferente a los parques que conocemos, mayoritariamente  tomados por familias con niños o adolescentes que disfrutan de las atracciones más extremas. El Tívoli no es la típica atracción para tuCph_abr_09 304_1024x682ristas.

Cph_abr_09 293_1024x682 Encontramos atracciones clásicas y modernas.  No puede faltar la montaña rusa, el tren de la mina, la noria, o alguna de esas grandes lanzaderas; que te dejan el estomago y las cejas a la misma altura. Hay muchas para niños pequeños.

A media tarde desfila la guardia del Tívoli –jóvenes con su uniforme de casaca roja y gorro de piel de oso- incluida la carroza de caballos que lleva a “los príncipes” del parque.

Bonitos jardines, llenos de plantas en flor, con un día primaveral que invitaba a recorrerlos. Un gran lago con excelentes terrazas alrededor, y una oferta de restaurantes muy variada y para todos los gustos. Incluso hay posibilidad de alojamiento en un lujoso hotel., el Nimb, de arquitectura india y rodeado de unos fantásticos jardines

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En las atracciones más espectaculares había que esperar algo de cola, pero apenas 10 minutos. La visita transcurrió desde mediodía del sábado hasta el anochecer, y ya cansados, cenamos en uno de los restaurantes del parque y tras un paseo nocturno por el mismo, que merece mucho la pena, pues iluminado tiene un encanto diferente,  nos volvimos al cercano hotel.Cph_abr_09 409_1024x682

Cph_abr_09 423_1024x682A la salida, en la gran tienda plagada de  ositos, vemos como los más pequeños escogen el que más le gusta, el osito esta vacio, solo es el tejido externo, se lo rellenan y con la ayuda de una de las dependientas,   “le dan vida”, al corazón del osito –tienen que frotarlo, echarle el aliento-. Felices y contentos se van con la mascota que se llevan de recuerdo.

 

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domingo, 10 de mayo de 2009

La Foto (Mayo 2009)

 1979 / 2009  30 años de diversión 

BULTACO ALPINA 250

Imagen286 Se hace camino al andar…el 25 de Abril cumplió 30 años. Se ha ganado a pulso La Foto, el video, las dos orejas y el rabo.

Desde que llegó la GasGas lleva vida de jubilada. Nos habituamos a la postura y prestaciones de una moto moderna y subir a la Alpina se hace un poco raro. Parece que le falta “chicha”. Solo los primeros minutos. Luego, lo mismo da un buen camino, que terrenos más difíciles, donde es mucho más descansada que la otra. A su ritmo llega a todos los sitios.

30 años rugiendo. 30 años de diversión. Le quedan muchos senderos y curvas.

Hoy, “cámara on board”, un par de horas de paseo. Unos videos para recoger el sonido de la Bultaco que le faltaba al blog. Volumen a tope y súbete a la Alpina!!

 

miércoles, 6 de mayo de 2009

“Vía” marítima

Malmö, al otro lado del puente

Cph_abr_09 556_1024x682 En el viaje a Dinamarca de Septiembre nos quedamos con las ganas de cruzar el puente que une Copenhague con Suecia. Elegimos el domingo, que no habría mucho que hacer en Copenhague, y a las 10 de la mañana nos vamos a la estación de tren. No consultamos horarios, pues sabemos que cada 20 minutos o media hora hay un tren con destino a Malmö.

En 10 minutos sale el próximo y en apenas 35 nos habrá dejado en nuestro destino. Tras pasar por el aeropuerto y cruzar un túnel marino de unos 4 Km. el recorrido continua brevemente por una isla artificial y desde ella, los últimos 8 km. vuela a 50 metros por encima del mar.

Impresionante obra de ingeniería, visible a muchos kilómetros de distancia, inquietante puente sobre el mar con dos pilares centrales que superan los 200 metros de altura.

Cph_abr_09 435_1024x682 El recorrido del tren transcurre por debajo del nivel de la carretera, seguro que es todavía más espectacular. Disfrutamos de unas bonitas vistas, tanto de los parques eólicos marinos como de la aproximación a Malmö, con el rascacielos proyectado por Calatrava – el Turning Torso- retorciéndose en el horizonte y que hace al skyline de Malmö inconfundible. Es el nuevo símbolo de la ciudad.

Parece ser que el puente ha revitalizado la económica de la zona. Malmö con fama de ciudad industrial – habitualmente quiere decir fea-, y nosotros la encontramos atractiva, con arquitectura moderna en contraste con edificios antiguos muy bien conservados, plazas animadas –a pesar de ser domingo- y algunos comercios, librerías y centros comerciales abiertos. La vida mas barata que en Copenhague, se apreciabaMalmö_Estación en las compras que hicimos o simplemente en la cuenta de las cafeterías o restaurante (1€=11 Coronas suecas aprox). En la ciudad vemos muchos edificios de ladrillo rojo, con aspecto de haber sido antiguas fábricas o talleres, hoy reconvertidos en negocios modernos.

Desde una bonita estación de ladrillo, con interesantes locales con mucho diseño en su interior, comenzamos nuestra visita a esta tranquila ciudad, la tercera de Suecia por habitantes, con unos 280.000.

Guiados por la aguja de la Catedral, nos dirigimos a su parte antigua. En un breve paseo llegamos a la Plaza del Ayuntamiento – Stortorget-, donde vemos el elegante Ayuntamiento del siglo XVI de estilo renacentista alemán. A su izquierda se encuentra la residencia del Gobernador.

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En la plaza encontramos otros dos edificios muy llamativos, la Apoteket Lejonet –farmacia del León- o palacio Teschska, antigua farmacia fundada en 1571. Las farmacias utilizaban símbolos de animales para distinguirse unas de otras. Y la casa de Jörgen Kock, poderoso alcalde y dueño de la casa de la moneda durante el siglo XVI.

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La antigua farmacia “Apoteket Lejonet” y la casa de Jörgen Kock en la Stortorget

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Detrás del Ayuntamiento llegamos a S. Petri, la Catedral de Malmö, es uno de los edificios más antiguo de la ciudad.

Con una vistosa torre, de finales de 1800, pues parece ser que ha sido derribada un par de veces. Su aguja es visible desde la mayor parte de la ciudad.

Desistimos de hacer una breve visita, pues en ese momento se celebran oficios religiosos.

Cph_abr_09 452_1024x682 Cph_abr_09 450_1024x682 Desandamos nuestro camino, y por la calles peatonales vamos en dirección a Lilla Torg –“Plaza Pequeña”- una antigua y bonita plaza adoquinada, diseñada hacia 1600, donde encontramos tradicionales casas antiguas con entramado de madera y algunos siglos de historia. La plaza se ha convertido en una tranquila zona de terrazas y esta plagada de cafeterías y restaurantes.

Cph_abr_09 455_1024x682 Un corto paseo nos lleva hasta la Gustav Adolf Torg, y en una esquina de la plaza nos encontramos un antiguo cementerio, céntricamente situado. Integrado en el entorno, más se asemeja a un jardín que a la imagen que nosotros tenemos de ellos –y de los que apetece salir corriendo-. No debe de ser mal lugar, por las inscripciones vemos que la mayor parte de sus usuarios llevan allí desde principios del siglo XX. No constan quejas ni abandonos.

Estamos cerca del mediodía y Malmö empieza a animarse, encontramos un centro comercial abierto y aprovechamos para hacer algunas compras. Además sirve para quitar el “mono” que entra en Dinamarca cuando transformamos los precios de Coronas Danesas a Euros.

Cph_abr_09 465_1024x682Una vez reconfortados por nuestra vuelta a la sociedad de consumo encontramos en nuestro camino la Iglesia de St. Johannes, de llamativo estilo Art Nouveau, y levantada a principios de 1900.

Interior sobrio y atractivo, pasamos en ella un agradable tiempo recorriéndola. Es una de las mayores de Malmö. Dentro no había nadie. Sonaba, a todo volumen, un moderno órgano que nos hizo alargar la visita mientras escuchábamos su maravilloso sonido.

Nuestro paseo continua por las avenidas próximas a la Iglesia, parece ser que en otra época –seguramente con la ciudad más pequeña- ya no formaban parte del centro. Encontramos muchos edificios de ladrillo que aspecto de haber sido fábricas o talleres. Alguno continua siéndolo como una fábrica de chocolate. Otros reconvertidos en oficinas, comercios o centros de ocio.

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Simpática banda a la entrada de la Stortorget. En algunos momentos, con músico en vivo incluido.

Volvemos hacia el centro buscando un sito donde reponer fuerzas y descansar un rato y en la Plaza del Cph_abr_09 495_1024x682 Ayuntamiento encontramos la terraza del Wayne´s Coffee, estratégicamente situada en una esquina. Son las 3 de la tarde y aunque el sol luce de manera esplendida, empieza a correr una “brisa del norte”Cph_abr_09 499_1024x682 que nos anima a sentarnos dentro y no quedarnos en la terraza. El sitio es un acierto, hay variedad para reponer fuerzas y –lo que es mejor- unos sofás que a esa hora se nos antojan insuperables, perfectamente situados al lado de las cristaleras desde las que seguimos tomando el pulso a Malmö.

Por la tarde hay una gran animación en las plazas centrales. En el Cph_abr_09 509_1024x682escaparate de una céntrica Cph_abr_09 511_1024x682librería vemos que Ruiz Zafón también triunfa en Suecia. Nuestro recorrido continua hacia el este de la ciudad, paralelo al puerto y a un céntrico canal que la atraviesa.

En la esquina de la Ostergatan con laHumlegatan, encontramos una antigua casa de principios de 1600, la Diedenska huset muy cerca la Thottska huset, la casa más antigua de Malmö, construida en 1567.

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Estamos en el distrito de Santa Gertrudis, donde se conservan 19 edificios antiguos magníficamente restaurados.

Cph_abr_09 539_1024x682 Acaba nuestro día en Malmö. No queremos irnos sin contemplar, aunque sea en la distancia el rascacielos dCph_abr_09 537_1024x682e Calatrava. El Turning Torso es la imagen del futuro de esta bonita ciudad. Sobrepasando la estación nos a cercamos a la zona del puerto y con el teleobjetivo nos llevamos el recuerdo del impresionante edificio que se retuerce sobre si mismo. Noventa grados desde la base a su máxima altura (190 m). Es un moderno edificio de oficinas y casas de lujo que ha sido considerado como el mejor diseño residencial del mundo.

En una tarde primaveral, con el Báltico como una balsa de aceite nos despedimos de Malmö. El tren cruza el vertiginoso puente de Oresund, y en media hora nos devuelve a Copenhague.

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Bye, bye, Malmö

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